El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, instó este lunes 28 de febrero a los militares rusos a deponer sus armas y a retirarse de la zona de conflicto, «para que no tengan que morir en vano», mientras que las fuerzas de su homólogo ruso, Vladímir Putin mantienen sitiada la ciudad capital de Kiev, que registró el peor bombardeo desde la Segunda Guerra Mundial.
«¿Por qué vinieron aquí? ¿Por qué las columnas de vehículos blindados vienen contra nosotros desde Crimea, nuestra Crimea?», dijo Zelensky. «Putin dejó que el ejército ruso muriera en Ucrania, pero tienen la oportunidad de escapar», agregó.
“Agradecemos a nuestros socios por estar con nosotros. Pero nuestro objetivo es estar cerca de todos los europeos y, lo más importante, estar al nivel. Estoy seguro de que es justo. Nos lo merecemos”, subrayó.
«Las acciones de Vladímir Putin recuerdan el modelo de (Adolf) Hitler», expresó este domingo 27 de febrero el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, quien denunció que la ciudad capital de Kiev ha sufrido el peor bombardeo desde 1941 (por órdenes del presidente ruso), en alusión a la Segunda Guerra Mundial impulsada por el mencionado dictador y genocida de la Alemania Nazi.
En una transmisión en vivo y pese a lo dramática de la situación, Kuleba adelantó que Ucrania «no cederá ni un solo centímetro de territorio».
La invasión rusa de Ucrania llega a su quinto día. En paralelo, Putin ha forzado a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a negociar en la ciudad bielorrusa de Gómel, en lo que parecería un intento de acabar con el conflicto, que podría derivar en uno de todavía mayor envergadura en Europa.
“Vamos allí [a las conversaciones] para escuchar lo que Rusia quiere decir, vamos sin ningún acuerdo preliminar sobre cuál puede ser el resultado de estas conversaciones. Vamos a escuchar y a decir lo que pensamos de esta guerra y de las acciones de Rusia”, afirmó Kuleba.
De acuerdo a medios internacionales, Kiev está sitiada por las tropas y los carros de combate rusos. En este momento nadie puede salir ni entrar de la capital, mientras que las Fuerzas Armadas de ese país retomaron el control de Járkov, la segunda urbe más importante, que estuvo a punto de caer tras horas de intenso combate mano a mano.
El Ministerio de Defensa de Ucrania emitió un nuevo reporte sobre las bajas rusas. Según informaron, las fuerzas del vecino país sufrieron 5.300 bajas entre sus tropas. Rusia también ha perdido 816 vehículos blindados de combate, 291 automóviles, 191 tanques, 60 depósitos de combustible, 29 aviones, 29 helicópteros, 74 piezas de artillería, 21 lanzacohetes Grad, cinco antiaéreos, dos buques, tres drones y un sistema de misiles Buk, informó el diario The Kyiv Independent, citado por Infobae.
Asimismo, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, afirmó que desde el inicio de la invasión rusa contra Ucrania han registrado 102 civiles muertos, incluyendo siete niños, y advirtió que las cifras reales en el terreno pueden ser «considerablemente» más altas.
«La mayoría de los civiles murieron por la acción de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo artillería pesada y sistemas de cohetes con multilanzamientos y en bombardeos», afirmó Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. «Me temo que el balance real sea considerablemente más alto», insistió la funcionaria.
En paralelo, desde la Unión Europea (UE) se ha avanzado en más sanciones desde el pasado viernes 25 de febrero. Ese día, los sancionados fueron el propio presidente ruso, Vladímir Putin, y el ministro de Exteriores de ese mismo país, Serguei Lavrov.
Un día después, Estados Unidos, la UE, Canadá y el Reino Unido acordaron bloquear determinados bancos rusos en el sistema bancario Swift e imponer «medidas restrictivas» al Banco Central ruso en respuesta por la invasión de Ucrania.
«Nos comprometemos a asegurar que determinados bancos de Rusia son sacados del sistema de mensajes Swift. Esto garantizará que estos bancos quedan desconectados del sistema financiero internacional y alteran su capacidad para operar globalmente», señaló un comunicado conjunto difundido por la Casa Blanca, y también suscrito por Canadá.
PRIMERA BATERÍA DE SANCIONES
Putin reconoció en un mensaje televisado, el lunes 21 de febrero, «la independencia de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk». Su discurso ha sido rechazado por el mundo occidental.
La UE ha reaccionado y señaló que el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones separatistas de Ucrania es una «flagrante violación del derecho internacional». Por tanto, prometieron una reacción «con firmeza».
Los gobiernos de Francia y Alemania, que según el Kremlin fueron informados previamente de la intención de Putin de reconocer la independencia de las regiones rebeldes, expresaron su «decepción» por la decisión rusa y el presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En consecuencia, Estados Unidos y la UE acordaron una primera batería de sanciones que incluye la prohibición de entrada en territorio comunitario a decenas de altos cargos y políticos rusos, el veto a ciertas entidades financieras y al Estado ruso para operar en el mercado financiero y el sector servicios europeo, y un embargo comercial a las dos provincias ucranias declaradas en rebeldía.
El veto y la congelación de bienes europeos afecta a los 351 diputados del Parlamento ruso que apoyaron el reconocimiento de la independencia y a 37 altos cargos y entidades del sector de la defensa y de las finanzas, según ha detallado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, al término del consejo de ministros de Exteriores.
«COMENZÓ LA GUERRA»
Pese a las medidas tomadas por la UE y los aliados occidentales, como los Estados Unidos, Putin anunció el miércoles 23 de febrero una operación militar especial en la región del Donbás para «proteger» a la población y «desnazificar» la zona.
En el discurso, transmitido por la televisión nacional rusa, Putin instó a las fuerzas ucranianas a deponer las armas y volver a casa, diciendo que toda la responsabilidad por el posible derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del gobierno ucraniano.
Tras el discurso de Putin, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado, en el cual afirmaba que Rusia había lanzado «un ataque no provocado e injustificado» contra el pueblo ucraniano.
«El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano», dijo. «Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de forma unida y decisiva. El mundo hará que Rusia rinda cuentas», agregó.
Redacción Maduradas con información de Infobae, Europa Press, EFE, OTAN, ABC y Huffpost
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