Durante un motín en la Base III de la estación policial La Asunción en Nueva Esparta, ocurrido la madrugada del 17 de abril, se fugaron 60 presos, 5 de los cuales fueron recapturados y uno asesinado durante la reyerta, según información del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Foto: @MIJPVenezuela
Esta base policial había sido intervenida por el Ministerio de Interior y Justicia, a cargo de Néstor Reverol, en octubre del 2017. La intervención sería por un lapso de 90 días, pero ya lleva un año y seis meses en esa situación. Aunque el director del recinto es un policía regional, está bajo el mando del Ministerio de Interior y Justicia.
De acuerdo con el OVP, esta base policial tiene dos calabozos y una capacidad para al menos 40 personas y en el mismo había 158 presos recluidos más dos en depósito, para ser un total de hacinamiento 400 %.
Humberto Prado, director de OVP, resalta que estas son las consecuencias de usar simples calabozos como centros de reclusión. Además, recuerda que no tienen las condiciones mínimas para albergar esa gran cantidad de reclusos y más cuando la cifra cuadruplica a la capacidad.
El equipo de OVP explicó que, en la madrugada, fueron sometidos al menos dos policías con el uso de arma blanca y estos fueron heridos por los reclusos, que una vez sometieron a los policías tomaron el control de la comisaría. En medio del plan de fuga mataron a un interno y además sustrajeron en el parque de arma cuatro escopetas, 105 cartuchos de perdigones para equipos antimotín, un revólver calibre 38 con seis balas, 50 proyectiles de 7/2, cuatro esposas, dos detectores de metal y dos linternas, además de una motocicleta propiedad de uno de los funcionarios policiales.
Los funcionarios heridos fueron trasladados al Hospital Militar Dr. Nelson Sagallo Mora de Nueva Esparta.
OVP conoció además que el conteo de los reclusos estaba en pleno proceso, pues creían que eran más de 60 los internos fugados, en medio de operativos de seguridad recapturaron a cuatro en la zona de Asunción en el municipio Arismendi, un quinto recluso que fue recapturado en una alcabala por la Policía de Maneiro, fue en el municipio límite con Arismendi.
Prado asegura que esta nueva fuga masiva es responsabilidad del régimen, que tiene el control de estos calabozos, además de la encargada del Ministerio de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, quien sigue sin dar cupos a los centros penitenciarios y es la responsable de trasladar el problema del hacinamiento a los centros de detención donde un preso no debería estar un lapso mayor a 48 horas.
De los 160 internos que estaban recluidos en esta base policial, 15 tienen condena firme y deberían estar en un penal.
Prado advierte que este tipo de incidentes serán cada vez mayores si no se controla la situación de hacinamiento en las comisarías.
Redacción Maduradas con información de Nota de prensa