Los pacientes crónicos de Venezuela siguen sufriendo el colapso de la salud pública, sin medicinas, ni especialistas o equipos para exámenes. Se trata de una situación que se ha venido agudizando y que refleja la magnitud de la crisis humanitaria que atraviesa del país y que es constantemente denunciada en foros internacionales por la oposición al régimen de Nicolás Maduro. Este último, la niega rotundamente.
«El Estado no está garantizando el derecho a la salud y a la vida que reza la Constitución Nacional, cuando ni siquiera se ofrece el nivel preventivo», señaló al respecto René Rivas, presidente del Colegio de Médicos de Lara, durante una entrevista concedida a la Prensa de Lara.
Altos costos de las consultas y medicinas, así como la falta de una infraestructura adecuada, representa toda una odisea para los pacientes de enfermedades crónicas.
De hecho, como un «turismo oncológico», así lo definió Milagros Seijas, de la Fundación de Pacientes Oncológicos de Venezuela en Lara, las vueltas que deben dar para conseguir las radioterapias gratuitas en otros estados o fuera del país.
Asimismo, el colapso de los servicios públicos, como el suministro de agua potable o electricidad, representan otro gran problema.
En marzo del presente año, la ONG de Venezuela Fundaredes denunció los «constantes cortes eléctricos» que se registran en el país, especialmente en el estado fronterizo de Táchira, que señaló pueden «acabar con la vida» de pacientes crónicos que dependen de equipos médicos que funcionan con energía para poder llevar a cabo sus tratamientos.
«El hecho de que el Estado venezolano no garantice servicios públicos que cubran las necesidades básicas de los ciudadanos conlleva a una sistemática violación de derechos humanos con consecuencias irreparables en algunos casos«, expresó la ONG en un comunicado divulgado en su página web.
El coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de la organización, Elías Cáceres, indicó que se ha «agudizado la emergencia humanitaria compleja en el país y sobre todo (para) los tachirenses, quienes viven a oscuras por los recurrentes cortes eléctricos».
Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara y EFE
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