Griselda Blanco, apodada la «Reina de la Cocaína», es conocida por su largo prontuario criminal en la década de los 60. Asesinó a más de 250 personas, entre ellas a varios de sus amantes.
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Blanco creó un imperio en dólares al ser la más grande en el negocio del narcotráfico. Trabajó con más de 1.500 delincuentes, entre ellos el temido Pablo Escobar.
Era temida y respetada por los hombre que se dedicaban al negocio por los salvajes asesinatos que cometía contra sus adversarios. La primera vez que mató a una persona fue a sus 11 años de edad, cuando se juntó con un grupo de amigos y secuestraron a un niño de familia con dinero. Al no tener la recompensa que solicitaron Blanco tomó una pistola y disparó contra el menor que estaba amarrado.
A los 14 años se fue de su casa luego de que su padrastro abusara sexualmente de ella y su mamá no le creyó. Pero la crianza en la calle le enseñó cómo conseguir lujos y extravagancias como lo soñó.
Se casó con Carlo Trujillo, alcohólico y falsificador de visas norteamericanas, quien le enseñó el mercado negro de Estado Unidos y tuvo tres hijos. Trujillo murió tiempo después de cirrosis quedándose con el poder Blanco.
A los tres meses de la perdida de su esposo se fue a vivir con su amante Alberto Bravo, con quien inició en el negocio de la cocaina.
Se convirtió en un puente ente los distribuidores colombiano y estadounidenses gracias a los contactos que tenía en norteamérica, hasta que logró crear su propia red de fabricación y tráfico de droga, y se volvió la única dueña de las rutas del narcotráfico de Miami.
«La Reina de la Cocaína» enviaba a los EEUU más de una tonelada y media de cocaína al mes por mar y aire. Además fue la creadora de las mulas, que consistía en buscar mujeres atractivas que llevaban en su ropa interior y tacones la droga que sería enviada a otros países.
Blanco era fan de descuartizar gente, empacar cadáveres en maletas, enviar orejas en sobres y dejar cuerpos flotando en aguas.
Estuvo envuelta en una vida llena de lujos, mansiones, Ferraris, tenía una colección de más de 300 zapatos, una vajilla de té de la reina Isabel y un joyero avaluado en más de 10 millones de dólares que incluía gemas sueltas, un collar de 30 esmeraldas de diez quilates ensartadas en 40 diamantes y hasta un anillo de rubíes de 25 quilates que fue de Eva Perón, dirigente política y actriz argentina. También tuvo un perro pastor alemán al que llamó Hitler.
Se ganó el nombre de «La Viuda Negra» luego de asesinar a su amante Alberto de varios disparos porque las cuentas del negocio no le cuadraban. Luego se casó con Darío Sepúlveda, con quien tuvo un hijo a quien llamó Michael Corleone.
Sepúlveda también fue mandado a matar por la criminal, en Medellín, luego de que se llevará al niño porque no quería que pareciera al negocio del narcotráfico.
En 1994 intentó secuestrar al hijo del presidente John F Kennedy para poder negociar con la DEA. Y tras pasar 20 años en prisión fue extraditada a Colombia en 2004.
En 2012 se supo nuevamente de ella, cuando a los 70 años de edad unos sicarios la asesinaron mientras salía de una carnicería en Medellín y fue enterrada al lado de Pablo Escobar Gaviria.
Actualmente los narcotraficantes frotan una estatua de «La Madrina», como la llaman también, para atraer suerte antes de despachar la mercancía.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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