Brasil y Estados Unidos abordarán el martes negociaciones para el uso estadounidense de la base de Alcántara, el sensible tema migratorio y la situación de Venezuela, durante una visita del vicepresidente Mike Pence.
En su tercera visita a Sudamérica (aunque la primera a la mayor economía regional), Pence se reunirá con el presidente Michel Temer. Al día siguiente irá a Manaos, capital de la Amazonía, donde visitará un centro de refugiados venezolanos y la zona industrial de la ciudad, antes de proseguir su gira rumbo a Quito.
Entre los temas de la agenda destacan las negociaciones para el uso por parte de Estados Unidos de la base de Alcántara, en Maranhao, para el lanzamiento de satélites.
“La cooperación espacial es uno de los temas importantes de esta visita”, señaló a periodistas el subsecretario de Asuntos Políticos Multilaterales, Europa y América del Norte del ministerio brasileño de Relaciones Exteriores, Fernando Simas Magalhaes.
Se emitirá un comunicado conjunto “sobre un acuerdo de cooperación espacial (…) y dentro de ese acuerdo paraguas, digamos, la base de Alcántara” es uno de los temas, agregó el diplomático, quien destacó que Pence preside el consejo de asuntos espaciales de Estados Unidos.
Las negociaciones para el uso de esa base espacial por Estados Unidos están en “una fase inicial, muy preliminar” y el primer tema sobre la mesa es el de “las salvaguardas” legales y tecnológicas que buscan proteger la propiedad intelectual de Estados Unidos y la soberanía brasileña, explicó.
El diplomático reconoció que “hay un interés” de Brasil y de la Fuerza Aérea en lograr un acuerdo. “Tenemos allí un filón de mercado extraordinario”, destacó.
Alcántara tiene una ubicación ideal para los lanzamientos, pues está muy próxima a la línea del Ecuador, lo que permite economizar hasta 30% del combustible o llevar más carga.
Durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Brasil y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para el uso de la base, pero luego fue bloqueado por el Congreso, que consideró que entraba en conflicto con las leyes brasileñas.
Áreas delicadas
Se discutirá también la situación de los casi 50 niños brasileños que fueron separados de sus padres en la frontera de Estados Unidos, donde más de 2.000 menores -en su mayoría centroamericanos- sufrieron la separación de sus familias migrantes.
Es una de las áreas “delicadas” de la agenda, y un asunto “importante” en el diálogo permanente con Estados Unidos, indicó Simas Magalhaes.
El gobierno brasileño expresó la semana pasada su “preocupación” por el aumento de casos de menores brasileños separados de sus padres.
Por otra parte, la situación de Venezuela será abordada también en el encuentro entre Temer y Pence, quien el miércoles visitará un centro de acogida a refugiados de ese país en Manaos.
“Lo que buscamos con Estados Unidos y otros socios internacionales” es “un camino que permita una salida democrática” en Venezuela, dijo Simas Magalhaes, quien destacó los intercambios en la OEA, donde Brasil ha exhibido una posición contraria a una intervención contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Destacó que Estados Unidos ha hecho contribuciones para atender el “flujo migratorio de venezolanos en nuestra frontera norte, incluso contribuciones financieras”, por lo que “vemos con satisfacción” la visita de Pence al centro de acogida de Santa Catarina, en Manaos.
En la agenda figuran además temas como seguridad, economía digital, acuerdos de transporte aéreo y de cielos abiertos, así como la aprobación de un pacto de previsión social entre ambos países que entrará en vigor el 1 de octubre.
Con información de AFP
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