La canciller Delcy Rodríguez se vio, este miércoles, un tanto somnolienta durante el discurso del presidente Nicolás Maduro en la cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Rodríguez, mientras Maduro hablabla y hablabla, no pudo evitar «pescar» una siestecita. La canciller miraba con sus párpados muy pesados al presidente.
Maduro exponía, como es costumbre, sobre sus cuentos de intervenciones imperiales, logros revolucionarios, y demás absurdos que a pocos, por no decir que a nadie, interesan.
Ante tan fastidioso discurso no podemos culpar a Rodríguez por haberse quedado «guindada». ¡Maduro lo que da es sueño!
Redacción Maduradas
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