Durante un operativo del Programa de Erradicación del Trabajo Esclavo realizado en el estado de São Paulo, Brasil, fueron liberaros al menos 22 migrantes venezolanos y 1 haitiano en marzo de 2021.
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Esos ciudadanos extranjeros laboraban en muy malas condiciones para una compañía de transporte llamada Sider, subcontratada por dos de las mayores cerveceras del mundo, las multinacionales Ambev y Grupo Heineken.
Esas empresas preparan un calendario para cancelar a los trabajadores los daños morales causados, y contarán con algunas semanas para elaborar su defensa en el caso. Cada empleado que fue rescatado en ese operativo recibirá alrededor de 657.270 reales (125.000 dólares).
Los migrantes vivieron durante meses, incluso algunos más de un año, en la cabina de los camiones estacionados en las sedes de Sider en Limeira y Jacareí, ciudades situadas al interior de São Paulo. Laboraban en jornadas agotadoras y sin días libres. Aunado a ello, no contaban con acceso a agua potable.
Además, tenían que pagar por el uniforme de trabajo, por los imprevistos que sufriera el vehículo aginado para los viajes y por nacionalizarles el permiso de conducir.
La justicia del vecino país determina que les concernía a las cerveceras supervisar que el contratista, en este caso Sider, cumpliera las obligaciones laborales. Por consecuente, también se les responsabilizó por la condición de trabajadores esclavizados.
“La extenuante jornada laboral y las condiciones degradantes por no tener alojamiento, por ejemplo, son condiciones que tendría que haber controlado el contratista [Ambev y el Grupo Heineken]”, enfatizó la inspectora de trabajo Lívia dos Santos Ferreira.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
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