La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez), presentó un balance de la situación general de los derechos humanos en el Zulia, en el que reiteró que las poblaciones indígenas del estado continúan enfrentándose a calamidades como pobreza, desnutrición, enfermedades y grupos violentos pobreza sin atención prioritaria de los organismos competentes.
Foto: Las 2 Orillas
Los pueblos indígenas afectados son los: Wayuu y Añú, habitantes de la Guajira al norte de Zulia, y Barí, Japreria y Yukpa, habitantes de la Sierra de Perijá hacia el occidente de Zulia, los cuales diariamente enfrentan constantes restricciones a los servicios públicos más elementales: agua potable y electricidad.
Además, los habitantes de estos pueblos indígenas no cuentan con una alimentación suficiente, desencadenando un aumento en la tasa de desnutrición debido a que el 80% de la población del municipio Guajira no tiene trabajo, lo que dificulta el acceso a alimentos nutritivos y suficientes.
La organización informó que los niños que viven en Añú se enferman constantemente de diarrea, asma, fiebre y gripe; esto aunado a los atropellos que reciben por parte de efectivos de seguridad del gobierno, civiles y militares.
«En la comunidad El Barro, ubicada en la Guajira, 83% de las familias solo comen una vez al día, con limitadas raciones de alimentos, y su principal fuente de proteína de origen animal es pescado (93%)», señaló el Comité de Derechos Humanos de la Guajira.
«Las alcabalas de estos organismos son la forma más común para llevar a cabo estos atropellos. Los habitantes han denunciado extorsiones contra las comunidades o viajeros que se trasladan hacia o desde Colombia», indicó Codhez.
La Codhez exigió al régimen de Nicolás Maduro el establecimiento de políticas que permitan visibilizar y solventar las «múltiples carencias padecidas por los pueblos y comunidades indígenas».
«Se debe otorgar atención prioritaria y privilegiada a las personas de estos pueblos que tradicionalmente son disminuidas en sus condiciones de vida», afirmó Codhez.
Además de desnutrición y paludismo, las poblaciones indígenas de Zulia presentan casos de malaria, hepatitis, tuberculosis, leishmaniasis y constantes accidentes ofídicos.
También, se registraron casos de COVID-19, el primero fue en junio de 2020. Sin embargo, las primeras vacunas llegaron a estas comunidades en diciembre de 2021, unos 10 meses después de haberse iniciado las jornadas de vacunación en el resto del país.
Otro de los principales problemas que enfrentan los residentes de Wayuu, Añú, Barí, Japreria y Yukpa es la carencia de servicios públicos como el electrico, debido a que la Guajira es una de las zonas del estado Zulia con mayores problemas de acceso al servicio por problemas como:
- La falta de generación eléctrica.
- Fallas en la distribución por daño de guayas y equipos básicos.
- Transformadores quemados.
La carencia de agua potable y electricidad ha perjudicado la educación en la Guajira. Después del reinicio de las clases presenciales, el acceso al agua en las instituciones escolares ha sido crítico.
Los pueblos indígenas del Zulia se ven empujados a sobrevivir «en condiciones desiguales, de calamidad y vulnerabilidad constantes», denunció @Codhez en un reciente boletín sobre la situación de DDHH https://t.co/dfx2PdFMsQ
— Runrunes (@RunRunesWeb) January 27, 2023
Redacción Maduradas
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