La vocación de ser mamá nunca ha sido fácil, pero tampoco había sido tan difícil como en los últimos años en Venezuela. Las madres han tenido que convertirse en heroínas para dar a penas lo básico a sus hijos, otras venezolanas han optado por posponer sus planes de crear familia.
Ser madre se ha convertido en un reto para la mujer venezolana. La escasez, la inflación y los altos índices delictivos obligan a las familias a buscar soluciones poco convencionales: pasan más de cuatro horas haciendo colas para buscar comida para sus hijos; tienen que recoger agua a la hora que llegue, entre otros menesteres nada alentadores.
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Pero, en medio de esta situación, sigue echada pa’ lante. Sin embargo, en un ranking de 179 peldaños donde se determinan los mejores países para ser madre, Venezuela bajó 7 puestos, pasando de estar en el 67 el año pasado, a 74 en el 2016. Los países escandinavos dominan esta clasificación, donde Noruega es el mejor país del mundo para ser madre y Somalia el peor, según un ranking anual de la ONG Save the children.
Y es que muchas mujeres venezolanas han tenido que duplicar los esfuerzos para poder mantener a sus hijos ante el contexto que vive el país. El tiempo que consume el venezolano en largas colas para conseguir alimentos impide que las madres compartan junto a sus hijos el tiempo necesario, reseñó El Carabobeño.
Fernando Payares, psicólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela y profesor de la Universidad Católica Santa Rosa, explicó las consecuencias y posibles soluciones de la crianza de los hijos en situaciones adversas como las que se registran en la nación. Payares considera que existe una gran tendencia en desplazar las emociones negativas del entorno social hacia el entorno familiar. «Estamos viviendo momentos agudos en la estructura familiar».
Ante la imposibilidad de salir con los hijos por no poder costear una salida al cine o a una heladería ¿Cómo hacer para fortalecer los vínculos familiares a través del compartir? “Se deben crear nuevos espacios. Ya a los jóvenes no se les puede sacar como se hacía antes, ir a un lugar y gastar dinero, tenemos que afianzar los lazos como hacían algunos padres anteriormente para satisfacer esas necesidades de recreación. Crear vínculos en los espacios familiares”.
Payares considera que la mejor salida de esto no es pensar constantemente lo negativo del país. Es reflexionar qué estrategias puedo aplicar para sobrevivir. Sustitución de roles. Toda la responsabilidad del mantenimiento del hogar no tiene que recaer en una sola persona. En estos momentos se deben variar los roles.