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¡QUÉ DOLOR! Nacer en un hospital de Venezuela: un debate entre la vida y la muerte

La crisis que atraviesa Venezuela se metió hasta en lo más recóndito y volvió lo que debía ser una “dulce espera” en una amarga y desagradable realidad.

Foto Hora724

Bebés nacen desnutridos porque sus madres no tienen cómo alimentarse, prematuros que necesitan cuidados especiales o tratamientos que escasean, son el día a día de cualquier sala de parto de un hospital en Venezuela.

Las deficiencias atacan por todos lados. Una falla eléctrica ocasionó la muerte de seis neonatos en un hospital de San Félix en febrero, luego de la ventilación mecánica a la que estaban conectados dejó de funcionar.

Otro caso fue el traslado de varios recién nacidos este miércoles del Hospital de niños Dr. Jorge Lizarraga en Valencia a otros hospitales por no disponer de servicio eléctrico.

“El traslado de un neonato es algo muy delicado. El bebé podría contraer fácilmente una bacteria y podría dejarle innumerables secuelas”, dijo el doctor Luis Domador.

Un caso más puntual es de Alejandro, un bebé que nació prematuro y hoy se debate entre la vida y la muerte en una clínica privada de Maturín, estado Monagas.

“No llora ni respira al nacer espontáneamente (…) al minuto 10 se necesitaron maniobras de reanimación cardio-pulmonar con oxígeno a presión…”, es parte de lo que dice el informe del recién nacido.

Alejandro ingirió líquido amniótico al nacer, y el costo diario de su tratamiento es de 50 millones de bolívares.

Jorge Luis Bonini, médico tratante, indicó que el recién nacido debía permanecer en una incubadora al menos por un mes.

Sus padres no saben si mantenerlo en el centro privado o trasladarlo a un hospital.

“Trasladarlo le traería secuelas a futuro, es un riesgo. Además, no cuentan con el tratamiento que necesita Alejandro”, dijo Veda Everduim, tía del bebé.

Everduim contó que han tenido que recurrir a las redes sociales para conseguir fondos y pagar los días de clínica del recién nacido.

“El seguro cubrió lo de mi hermana, pero lo de mi sobrino no”, compartió con lágrimas en los ojos.

Este es un caso de muchos. La crisis de salud en Venezuela no solo afecta a quienes vivimos hoy en ella, sino que dejará secuelas que jamás se podrán borrar.

Redacción Maduradas

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