Más de 300 presos de El Rodeo II, en el estado Miranda, presentaron vómitos, diarreas y náuseas, por la ingerir carne descompuesta.
Así lo denunció un grupo de familiares quienes revelaron que la carne se descompuso porque no tienen los equipos adecuados para la refrigeración de los alimentos.
También revelaron que los reos decidieron comer la carne porque tenían muchos días sin probar bocado, por lo que la cocinaron con muchos condimentos para disfrazar el sabor a podrido.
Denunciaron que algunos de los afectados se han agravado producto de la deshidratación y que la directora sigue suministrando la carne porque no hay nada más para darles de comer.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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