La caída del precio del petróleo y los cuantiosos compromisos que tiene el gobierno, aunado a la venta de la refinería Chalmette en Estados Unidos, que poseía Pdvsa en conjunto con Exxon Mobil, envía un mensaje negativo a los inversionistas sobre la situación de las finanzas venezolanas, según afirman diversos analistas.
“Vendimos una refinería que en condiciones normales no hubiese sido necesario vender. No se trataba de la refinería más rentable del mundo, pero salir de ella en este momento, con un precio del petróleo bajo y con dudas de caer en default, le dice a los inversionistas que la situación no está para nada bien”, dijo el economista Luis Oliveros.
Pdvsa informó que la decisión de vender la refinería a PBF Energy Inc., por 322 millones de dólares (de los cuales a Venezuela le corresponde la mitad), está en línea con las prioridades de salir de “activos no estratégicos”.
El economista Orlando Ochoa coincidió con Oliveros en que si los ingresos en divisas del país no estuvieran cayendo, no se habría optado por liquidar el complejo con una capacidad de refinación de 189.000 barriles diarios.
“Es un activo pequeño, pero no sabemos si hubiese sido importante en una estrategia futura. El problema es que Pdvsa esté vendiendo el activo para pagar cuentas, para cubrir déficit de caja, en lugar de invertir en planes para el desarrollo de la industria”, señaló.
Los economistas descartaron que con la transacción el país esté perdiendo presencia en el mercado estadounidense. “Venezuela no va a tener problemas para seguir colocando petróleo en Estados Unidos, va a continuar haciéndolo. Además, ese mercado es menos importante para el país por el aumento de las ventas a China y la India”, añadió Oliveros.
Con información de El Nacional.