El gobernante venezolano Nicolás Maduro se encuentra en una situación política cada vez más precaria y el colapso de la renta petrolera le está generando mayores dificultades para controlar las distintas facciones del chavismo, algunas de las cuales ya podrían estar maniobrando para destituirle, advirtió el lunes la firma de inteligencia corporativa Stratfor.
Entre los potenciales conspiradores están unidades de las Fuerzas Armadas y las bandas paramilitares ligadas al chavismo conocidas como colectivos, dijo la firma en un informe titulado: “Guía Analítica: Considerando un Golpe en Venezuela”.
Algunos de los colectivos llevan varios días exigiendo públicamente la renuncia de Maduro, ante su incapacidad de resolver los graves problemas de desabastecimiento en el país y por hacerse de la vista gorda ante los escandalosos informes de corrupción vinculados con altos funcionarios de su régimen.
Según información de fuentes de Stratfor, comandantes militares y fuerzas de seguridad auxiliares conocidas como colectivos aspiran a coordinarse con los diputados del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela para “evitar que Maduro retome el poder una vez que regrese al país”.
Maduro -quien se encuentra en una desesperada gira internacional en busca de fondos que le llevó a China, Rusia e Irán- hasta el momento no ha dicho cuándo regresará. El gobernante está en el exterior con su familia inmediata, y también es acompañado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
“Dada la crítica situación económica, es posible que elementos del gobierno estén planificando medidas extremas”, dijo Stratfor.
El informe fue publicado en momentos en que el país atraviesa por un recrudecimiento de su crisis de desabastecimiento que está llevando a los venezolanos a pasar más de ocho horas diarias en las afueras de los supermercados haciendo cola para comprar lo poco que está disponible en los anaqueles.
Múltiples situaciones de alta tensión se han registrado en supermercados de distintas ciudades del país, entre personas haciendo cola y los agentes de la Guardia Nacional que han sido despachados para preservar el orden.
El desabastecimiento está erosionando aceleradamente el poco capital político que aún le queda a Maduro, cuya popularidad es inferior al 20 por ciento.
Según economistas, el retraso de más de 18 meses en tomar las medidas económicas urgentemente necesitadas para encarar la crisis, ha exacerbado la situación hasta el extremo de que el país ahora requerirá uno de los más duros paquetes de ajustes en su historia para comenzar a aliviar los desequilibrios acumulados.
Maduro hasta el momento no ha dado indicios de que se dispone a tomar las duras medidas de ajustes y la drástica caída de la renta petrolera augura que los problemas de desabastecimiento empeorarán en un corto plazo.
En su informe, Stratfor resaltó que el gobierno se vio obligado a recortar la asignación de dólares preferenciales para la importación a partir de octubre, lo cual ha disparado la inflación e incrementado los problemas de desabastecimiento.
“Para hacerle frente a esta presión sobre las finanzas del país, Maduro -según informes- le solicitó a China un préstamo de $16,000 millones durante su visita a ese país. No obstante, dado a que Venezuela tienen una capacidad muy limitada de garantizar los nuevos préstamos con producción de petróleo, cualquier adelanto probablemente sería acompañados por términos muy estrictos”, señaló el documento.
Stratfor advirtió que los problemas económicos han reanimado las protestas en Venezuela. Estas hasta el momento han sido esporádicas, involucrando solo a varias docenas de personas, pero existe el temor que cobren fuerza con el correr de los días y ante el recrudecimiento de la escasez.
Y de preocupación también es la reacción que en esta ocasión podrían tener las fuerzas del orden público ante las manifestaciones.
“El que las fuerzas del orden continúen siendo leales al gobierno es otro factor que podría sellar la eventual suerte de Maduro”, dijo Stratfor.
Maduro logró contar con la Guardia Nacional y el respaldo de los colectivos el año pasado para contener las manifestaciones de protestas emprendidas por el movimiento estudiantil.
Pero los enfrentamientos registrados en octubre entre agentes de la policía e integrantes de los colectivos han llevado a algunos de las organizaciones policiales a volverse críticos del gobierno, y “puede que Maduro ya no pueda contar con estas unidades para proteger su presidencia”, dijo el documento.
Los últimos pronunciamientos públicos emitidos por el Colectivo 5 de Marzo, al que pertenecían algunos de los integrantes de la banda paramilitar que murieron a manos de la policía, sugieren que al menos esa agrupación ya no respalda a Maduro.
“#TROPA Exijamos la Renuncia de @NicolasMaduro y toda su gente antes de que haya derramamiento de sangre. Debemos aceptar que esto no sirve!!”, dijo la agrupación la semana pasada a través de su cuenta de Twitter @Colectivo5M.
Antonio María Delgado / El Nuevo Herald