Las estafas en la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp se hacen cada vez más frecuentes, pues es un medio en el que los ciberdelincuentes encuentran un gran número de víctimas potenciales a su alcance.
El Diario La Verdad relató que Norge Párraga, de 45 años de edad, recibió hace unas dos semanas un mensaje por esa plataforma que decía: “Hola, es Ana. Este es mi nuevo número, guárdalo”.
“Yo me confié porque precisamente la mamá de un amigo de la familia se llama Ana y lo guardé creyendo que era ella”, explicó el chofer en una compañía contratista al sur de Maracaibo, estado Zulia.
Párraga se percató que prácticamente todos los días ese contacto ofrecía venta de dólares, algo que no le pareció “raro” porque muchas personas hacen eso. “Como yo no tengo dinero, no le presté atención a eso”, indicó.
No obstante, el sábado 3 de abril apareció una oferta que le llamó la atención y que consistía en la venta de una bolsa de comida que supuestamente incluía harina de maíz, arroz, pasta, azúcar, aceite y otros productos.
“Decía que la bolsa costaba $10, que al cambio del día representaban 21 millones de bolívares”, señaló.
Afirmó que le escribió al contacto llamado Ana, quien le proporcionó los datos para realizar la transferencia.
“Me dijo que le pasara la captura de la operación para confirmar y que después me avisaba para ir a retirar la bolsa de comida”, dijo.
Pese a que Ana nunca le confirmó que el pago le llegó, Párraga expresó que no sospechó que la operación fuera un fraude.
“En la tarde, cuando mi hijo volvió del trabajo le dije que fuera a casa de Ana a buscar la compra, a lo que me respondió que ella no estaba vendiendo combos de alimentos ni nada por el estilo”, manifestó.
Enseguida el chófer se preocupó y se dirigió con su hijo hasta la casa de su amiga Ana para entender qué había ocurrido.
“Efectivamente la joven me confirmó que no era ella y que en ningún momento había cambiado su número telefónico ni mucho menos ofrecer mercancías ni dólares por WhatsApp”, comentó.
Después de que Párraga enviara la captura de la transferencia que había hecho, la persona que lo contactó no respondió a sus llamadas o mensajes y hasta bloqueó el número telefónico de la víctima de la estafa.
“Imagínese que soy una persona de pocos recursos económicos, mis ingresos son bajos y lo que gano es para comprar comida. Decidí aprovechar esa oferta por lo mismo y perdí mi dinero. No hay modo de recuperarlo”, lamentó.
Redacción Maduradas con información de Diario La Verdad.
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