Emilio Lovera, reconocido humorista venezolano, fue diagnosticado con cáncer de colon el 26 de junio de 2018. El personaje que había arrebatado millones de sonrisas a los venezolanos vivía una de las experiencias más desoladoras para cualquier persona.
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Sin embargo, en su caso no tuvo ni la oportunidad de sentir temor por todo lo que se le avecinaba con su padecimiento.
«A mí ni siquiera me dio tiempo de asustarme, porque el doctor que me diagnosticó y que me curó es un loco ‘e bola para estos tiempos. Una especie de José Gregorio Hernández, un santo varón que trabaja en la Clínica Santa Sofía como gastroenterólogo, que en la mañana recoge a todos los compañeros que quepan en su carro y dependan del transporte público para llevarlos a la clínica y que es tan humilde que no va a querer que lo nombremos aquí», detalló Lovera.
Enfrentar una enfermedad oncológica en Venezuela es un escenario que colma de terror a quien la padece y a su entorno familiar, pues la inquietud de encontrar los tratamientos choca con los elevados precios que estos ostentan.
Lovera, quien cuenta con la popularidad necesaria como para haber hecho un poco más de ruido. No lo hizo.
No realizó campañas en crowdfunding para recaudar fondos ni exclusivas en medios de comunicación. El comediante comprendió que el peregrinaje iba por dentro.
«Yo fui a su consulta por un asunto gastrológico, pero me dijo que tenía que hacerme una colonoscopia también. En lo que estuvo lista fui y me sentó: ‘Mira, esto que tienes aquí es un adenocarcinoma. Es cancerígeno y es maligno’. Yo ahí le pregunté si ése era el momento en que tenía que asustarme y él me dijo: ‘Tú de ésta no te vas a morir’. Y listo… así me lo tomé. Es decir: si él creía que yo no me iba a morir, ¿para qué me iba a asustar?, explicó.
Después de ciclos de quimioterapia y radioterapia, y una colostomía, a la puerta de Emilio Lovera tocó su cura, en el momento en que los médicos le volvieron a decir: de esta no te moriste, solo tienes que cuidarte.
Pero el gran sueño del humorista: volver a los escenarios, quedó empañado por el Seniat, que con presuntas excusas, evitó que la función que devolvería al gran Emilio Lovera a escena tuviera lugar.
Redacción Maduradas con información de Prodavinci.
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