Sacerdotes y pastores evangélicos advierten que la mala interpretación de libros de la Biblia, como el Apocalipsis, ha originado que personas fanáticas a la religión, política y cultura la distorsionen.
Señalan que, con esa distorsión, estos fanáticos logran persuadir a ciudadanos que tienen grandes inseguridades o padecen carencias emocionales, hasta el punto de apartarlos de la religión y hacerlos creer en teorías falsas del “fin del mundo”, reseñó La Prensa de Lara.
“El fanatismo es el modo de asumir el hecho religioso como una tabla de salvación ante los miedos y la incertidumbre. Las personas que caen en esta situación son de gran vulnerabilidad y encuentran en un líder religioso irresponsable la manipulación, al punto de terminar perdiendo su libertad“, indicó Alfredo Infante, sacerdote jesuita, a La Prensa de Lara.
Aseguró que los fundamentalistas aparecen en tiempos de grandes incertidumbres humanas, sociales y económicas. Se trata de personas que se refugian en la religión, pero descontextualizando la Biblia, aferrándose a verdades absolutas y viviendo una fe “muy cerrada”. “La palabra religión, proviene del latín ‘relegere’ que significa estar ligado, vinculado con la transcendencia con Dios”, dijo Infante.
El vicario de la Arquidiócesis de Barquisimeto, Oswaldo Araque, explica que la religión católica se basa en un encuentro de una persona con Jesucristo. “Él nos salva, nos libera, nos hace más libres y capaces de amar, servir. Nos traza un camino en la libertad y dignidad humana”, expresó.
Por su parte, Álvaro Rea, pastor evangélico de la iglesia Buenas Nuevas del Este, considera que la fe cruza la línea delgada del fanatismo cuando se junta la irracionalidad con la intensidad emocional. “La religión tiene que ver con la búsqueda de Dios basado en un conjunto de valores que se alinean con la fe”, añadió.
Afirmó que la mezcla entre la irracionalidad y la intensidad emocional puede desencadenar, en muchos casos, en violencia personal o colectiva. Recordó que la Edad Media, las cruzadas dejaron como saldo la quema en la hoguera, en el nombre de Dios, de miles de personas que fueran consideradas poseídas por espíritus.
“Hay personas que entran en fanatismo religioso pero la palabra de Dios no es de interpretación privada, se estudia para que nadie haga interpretación personal. Los ministros de la iglesia para entenderla estudian hermenéutica, homiletica, las parábolas, estudian a los profetas, las epístolas, para darle la interpretación correcta y no caer en fanatismo que lleve a las personas a aislarse de la sociedad”, precisó Keison Carrillo pastor de la Iglesia Misión Cristiana.
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Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara.
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