El Gobierno sigue fingiendo demencia sobre la represión que ha ejercido por más de 47 días aún ante la Organización de las Naciones Unidas, en donde el representante del país, Rafael Ramírez, quiso hacer ver ante este organismo que son los manifestantes quienes «reprimen» a la GNB, la PNB y a los colectivos violentos.
Foto: Captura Pantalla
Ramírez mostró fotografías de supuestos ataques de manifestantes contra efectivos de la GN y PNB y juró que, en el país, las Fuerzas del Orden Público no utilizan armas de fuego”, cosa que, según indicó, los manifestantes estarían «aprovechando».
Siguiendo la tónica de Delcy Rodríguez, aseguró que las manifestaciones son provocadas por grupos extremistas y violentos, alentados supuestamente por Estados Unidos y por la «propaganda de grandes medios de comunicación”.
Lo que no contó allá es que el Gobierno es el dueño casi en su totalidad de todas las señales televisivas de alcance nacional y que las dos privadas que quedan se someten a la autocensura para esquivar sus retaliaciones, por presuntamente estimular la violencia en Venezuela.
No conforme con la retahíla de «embustes», Ramírez presentó un balance desactualizado de muertes: Habló de 38 caídos y no de 45, que son los registrados hasta la fecha.
Para rematar, negó que el país esté sufriendo la peor crisis humanitaria de su historia.
“Venezuela está lejos de una crisis humanitaria. Sólo tenemos problemas económicos que no hemos ocultado”, sostuvo.
Redacción Maduradas
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