Alrededor de 4.000 venezolanos han conseguido en la última década instalarse en la Unión Europea gracias a los polémicos programas de visas de inversionistas, conocidos popularmente como visas doradas, según una investigación realizada por la organización Transparencia Venezuela.
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España, Portugal y Reino Unido son algunos de los destinos escogidos por los venezolanos con patrimonio que han hecho sus maletas ante el agravamiento de la crisis en su país. Todas estas naciones ofrecen visas doradas, una vía las cual los gobiernos entregan residencias o incluso ciudadanías a extranjeros que hagan determinadas inversiones, publicó La Gran Aldea.
En 2012 Portugal aprobó el Sistema de Permiso de Residencia por Actividad Inversionista y un año después España aprobó la llamada Ley de Emprendedores. Ambos modelos autorizan la entrega de documentos a extranjeros que gasten 500.00 euros (542.000 dólares) en bienes inmuebles, 1 millón de euros (1.085.000 dólares) en empresas, o 2 millones en bonos públicos (2.300.000 dólares).
¿Por qué Europa?
Transparencia Venezuela aseguró en su informe que este interés se debe al endurecimiento de la postura del gobierno estadounidense frente al chavismo con la imposición en los últimos tres años de cientos de sanciones individuales a funcionarios, exfuncionarios y a quienes se les relacionen.
El reporte señala que Nervis Villalobos, ex viceministro de Energía; Javier Alvarado, expresidente de la extinta Electricidad de Caracas; o Carlos Aguilera, el ex jefe de la también extinta Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención; o algunos empresarios como Alejandro Betancourt, tienen sus bases de operaciones en España.
El periodista noruego Christian Henrik Nesheim, fundador de la empresa Investment Migration Insider, que investiga programas migratorios enfocados en empresarios e inversores, lo explicó.
«España está en la UE y en Schengen, por lo que la residencia o ciudadanía en España es mucho más valiosa que una Rusia, China o Turquía”.
El Tratado de Schengen, agregó el medio, permite a los ciudadanos de la Unión Europea o extranjero residente legalmente miembros moverse, mudarse y abrir negocios por cualquiera de los otros 26 países.
Transparencia International criticó las visas doradas porque si no se realizan los debidos controles, los países europeos no solo le abren las puertas a la legitimación de capitales provenientes de la corrupción, narcotráfico y otras actividades criminales, sino también a que sus perpetradores se instalen libremente, operen y viajen.
Redacción Maduradas con información de La Gran Aldea
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