El primero de enero de 2008 entró en circulación el bolívar fuerte (Bs.F y código ISO VEF) como resultado de una reconversión monetaria que quitó tres ceros al bolívar (Bs. Y código ISO VEB). La tasa de cambio controlada pasó de Bs. 2.150 por dólar a Bs.F 2,15 por dólar. El gobierno y el BCV mercadearon la reconversión como una “ medida efectiva” para combatir la galopante inflación y facilitar los procesos contables.
Con el tiempo, se entendió que la tal “reconversión monetaria” sólo fue una reforma numismática (nuevos billetes y monedas) que no sirvió para nada para combatir la “ galopante inflación” .
Con la aparición del bolívar fuerte se acabó el bolívar como moneda, que tuvo vigencia en Venezuela desde 1953.
Del bolívar “fuerte” al bolívar fraudulento, sin respaldo: el bolívar papelillo
El Valor del Dinero se puede definir como la relación existente entre el Producto Interno Bruto (PIB) nominal y la Liquidez Monetaria (LM), siendo que el PIB nominal es la valoración a precios corrientes de todos los bienes y servicios finales producidos en el país, durante un período de tiempo específico. En este caso usaremos un año.
La Liquidez Monetaria está constituida por la cantidad de monedas y billetes emitidos por el Banco Central de Venezuela (BCV) (Base Monetaria) más los depósitos a la vista, los depósitos de ahorros y los certificados de participación.
La Ley del Banco Central de Venezuela , en su artículo 5 establece que “El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor de la moneda . (…)”
El BCV ha fracasado estruendosamente en ambos objetivos fundamentales. ¿Por qué? Porque no ha preservado el valor de la moneda, causando la inflación más alta y continuada del planeta en los últimos tres años.
El BCV ha expandido la LM de manera irresponsable, con financiamiento “ inorgánico ” (sin respaldo, es decir fraudulento a Pdvsa y al gobierno en general)
El valor del dinero, que el BCV por ley debería permanecer relativamente estable a través del tiempo, ha bajado dramáticamente a través de los años.
En los últimos cuatro años, la relación de PIB/LM ha sido al decreciente. Es decir, cada vez menores cantidades de bienes y servicios tienen como contrapartida las mismas unidades monetarias. De 3,43 al cierre del año 2010 a 1,80 al cierre de 2013.
A pesar de contar con las facultades, por ley, para establecer una adecuada política monetaria, actuando sobre la LM, el encaje bancario, el crédito y las tasas de interés, la política cambiaria y el tipo de cambio, y la administración de las Reservas Internacionales (RRII), el directorio del BCV, sumiso al Ejecutivo Nacional, desplegó una política de financiamiento inorgánico al gobierno, causando inflación, devaluación, caída de las RRII, demoliendo la fortaleza de nuestra moneda, y por lo tanto “moliendo” nuestros activos personales.
En los últimos 5 años, la LM ha crecido en casi 600%. En enero de 2010 estaba en 245.800.105.457,2 bolívares “fuertes” y al cierre de octubre de 2014 se ubicó en 1.652.608.608.854,5 bolívares “fuertes”. Un aumento del 572% en 58 meses. Sencillamente descomunal.
¿Y qué pasó, en contrapartida con la producción de bienes y servicios en el país (PIB), que son el respaldo de la moneda fiduciaria? Pues se quedó atrás. Si bien el PIB nominal (medido a precios corrientes, del momento) ha crecido, fundamentalmente por el efecto de la inflación en los precios, creció mucho menos que la Liquidez Monetaria (LM) en los últimos tres años.
Les he preparado un gráfico con las variaciones anuales sobre el año inmediatamente anterior, del PIB nominal y la Liquidez Monetaria. La variación de la cantidad de dinero en circulación supera ampliamente la cantidad de bienes y servicios producidos en el año (PIB nominal) valorados en bolívares de ese año.
Expliquemos con un ejemplo el efecto de ese aumento de la cantidad de dinero muy por encima de la cantidad de bienes y servicios. Vuelva al principio del artículo y mire fijamente el billete de cien bolívares. Vamos a llamarlos “bolívares sudados” porque usted lo recibe como pago por su trabajo y con el compra los bienes y servicios que necesita. Si en la economía venezolana hay 100 bolívares para comprar un paquete de vasos plásticos, en equilibrio, el paquete de vasos costaría 100 bolívares sudados.
¿Qué sucede si alguien comienza a comprar paquetes de vasos con bolívares falsos, sin que se pueda detectar que son falsos? La cantidad de dinero disponible aumenta y tu bolívar “sudado” compite por los bienes y servicios con los bolívares falsos. El efecto es que tu bolívar sudado vale menos, y por lo tanto compra menos.
Al BCV emitir billetes por encima del crecimiento del PIB, es decir sin respaldo, que los economistas llaman “inorgánico” es en realidad la emisión de dinero falso porque resta “valor” a tu dinero sudado, en fin, a tu esfuerzo, a tu trabajo que lo cobras en bolívares.
La inflación también la llaman el “ ladrón nocturno ” porque se causa y acelera cuando los gobiernos gastan masivamente dinero sin respaldo inundando los mercados sin que te des cuenta. Al final, son los precios de los productos los que reflejan la pérdida de valor de tus bolívares sudados.
Y en cuanto a su capacidad de comprar otras monedas tenemos que en 2008 necesitabas 2,15 bolívares para comprar un dólar. Hoy necesitas 6,30 (una devaluación del 193%) si los consigue vía Cadivi, o 12 bolívares (una devaluación del 458%) si los consigue vía Sicad I o 50 bolívares (una devaluación del 2,225%) si los consigue vía Sicad II. Y esos son los mercados controlados por el petroestado.
En los mercados paralelos necesitas 170 bolívares para comprar un dólar (Una devaluación del 7.806%)
¿Entienden ahora cómo el bolívar pasó de “fuerte” a papelillo?
David Morán Bohórquez
Fuente: Entorno Inteligente