¿Las firmas contra Obama? ¡Un método más para medir la popularidad para las parlamentarias! Así lo ven muchos, y no es descabellado pensarlo. Por un lado, miden cuanta es la «fuerza electoral» que poseen, en vías de las próximas elecciones parlamentarias y por otro lado, aumentan la desconfianza de la oposición sobre el Consejo Nacional Electoral.
Prueba de ello, es la «rapidez» con la que se hizo la verificación de firmas en contra del decreto del presidente de Estados Unidos Barack Obama, cosa que se ve como otra estrategia más para desmoralizar a la oposición e incitarla a no asistir a las urnas. ¿Por qué? La respuesta es fácil: si el CNE pudo verificar en «tiempo record» más de 10 supuestas millones de firmas, esto indicaría la corrupción que hay dentro y lo maleable del sistema electoral venezolano.
El chavismo está en desventaja electoral y para ganar las elecciones parlamentarias aplica una estrategia de dos pasos: cohesionar y movilizar a su base dura de apoyo, que es un poco menor de 30%, de acuerdo con Delphos, y desmovilizar el voto opositor, que ronda 50%.
Para intentar lo primero, el presidente Nicolás Maduro se apoyó en una campaña nacionalista de recolección de firmas en rechazo a la orden ejecutiva de la Casa Blanca contra funcionarios venezolanos. Para lo segundo, que es desmovilizar a la oposición, el propio gobierno desprestigiará al Consejo Nacional Electoral, indicó el director de la encuestadora, Félix Seijas.
“Primero se aplicó el nacionalismo, pero difícilmente el chavismo recuperará a quienes le han quitado el apoyo. Se dio la conexión entre ambas estrategias cuando la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, recibió las firmas contra la orden ejecutiva y en tiempo récord aseveró que eran legítimas. El gobierno sabe lo difícil que es subir en su preferencia electoral, especialmente por la crisis económica, por lo que aplicará mecanismos de desmovilización del voto opositor. Van a promover la desconfianza en el árbitro. Lo de Lucena es una muestra de lo que viene: unas elecciones mucho más dispares, con condiciones más desfavorables para la oposición”, afirmó Seijas.
Fuentes políticas aseguran que Lucena aceptó continuar en el CNE solo para las parlamentarias, precisamente para desmotivar a la oposición.
Seijas aclaró que la estrategia del chavismo no es nueva y advirtió que desde hace tiempo opera la desactivación de la movilización social, con los patriotas cooperantes, círculos bolivarianos y colectivos. “La única válvula de escape de la gente, ante el alto costo de la vida, la escasez o la inseguridad, es la esperanza de que viene una elección que brinde un cambio. Desactivar esa esperanza es la prioridad del gobierno”, expresó.
Entre esas maniobras del Poder Electoral también está sembrar el temor de participar en las primarias de la oposición. Sánchez cree que el CNE pretende conservar los datos del Sistema de Autenticación Integral (captahuellas) de quienes voten en las internas, y así amenazar con otra lista Tascón. “Hay mecanismos técnicos para borrar los datos de los electores”, dijo.
Seijas indicó que la amenaza del CNE parcializado ya no es tan efectiva, pues se asemeja a la de “ahí viene el lobo” que nunca llega. “Siempre se dice que el gobierno sabrá por quién votaste, y no pasa nada. Con la motivación correcta, no veo a un gobierno con posibilidades de ganar”, agregó.
Con información de El Nacional.