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¡SE LES ENREDÓ EL PAPAGAYO! Mensajes de texto sangrientos radican los pedidos de clemencia ante sentencia de los “narcosobrinos”

Las solicitudes de clemencia para los narcosobrinos están, aparentemente, cada vez más lejos de poderse dar a lugar porque, a medida que avanza el proceso para dar con una sentencia, más pruebas aparecen en contra de los familiares de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores.

Créditos: CNN

La última información publicada por El Nuevo Herald señala que los jóvenes, lejos de ser «inocentes» y «víctimas de malas decisiones», estaban muy familiarizados con el tráfico de drogas y, más aún, con los homicidios producto de negociaciones infructuosas.

Entre las pruebas presentadas por la fiscalía ante el juez Paul Crotty se encuentran mensajes de texto, recuperados de los teléfonos de los acusados en Haití, que Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas compartieron sobre asesinatos y operaciones de narcotráfico en proceso.

«Esos mensajes muestran la participación de los acusados en los esfuerzos violentos de cobrar deuda», puntualiza la fiscalía de EEUU en un informe con las pruebas anexas.

Uno de los mensajes, aparentemente, trataba sobre un traficante que les debía dinero y sobre el cual estaban ejerciendo presión con ayuda de un Comisario de la Policía.

«Qué sádico cómo fue y le dijo a estos locos en su cara que le estaban pagando un contrato por ellos (…), que ya él había mandado a sus perros (…) ¿No les viste la cara cuando les dijo eso? Qué risa jejejejejeje”, escribió Campo a través de varios mensajes de texto, reseña El Nuevo Herald.

Del mismo modo, los sobrinos de la pareja presidencial abordaban el tema del homicidio como si de cualquier cosa se tratase.

«Lo que yo no veo bueno es que Javier se deja llevar por las emociones y ahí soltó un buche. Dijo: ‘Sí, pero es que así él nos pague, después queda el pelo y algún día va a tener que pagarnos eso que estaba haciendo, así sea dentro de 5 años’. Es decir, así sea dentro de 5 años, lo picamos«, se quejaba Campo en otra conversación.

Se estima que la expresión «lo picamos» tenga que ver con la práctica común de bandas de descuartizar a sus víctimas para enviar claras amenazas a sus enemigos.

Del mismo modo, gracias a los mensajes hallados, se puede determinar que es muy probable que los narcosobrinos estuvieran ligados a operaciones de compra y venta con bandas colombianas.

«Sí, mi hermano, yo te entiendo pero tú sabes que ese negocio tiene que ser de palabra, y tú sabes cómo cobran esos colombianos, mi pana. Si no, dime tú cómo se cobra. De todas maneras, ese loco que se murió era un peligro para nosotros y para ustedes porque ya andaba preguntando mucho y era demasiado pajúo [estúpido]», dice un texto recibido en el teléfono de Campo y que indica que este estaba un poco incómodo con las medidas que se tomaban cuando un negocio se ponía complicado.

Redacción Maduradas con información de El Nuevo Herald

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