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¡SE LO CONTAMOS! La historia de la joven alemana que mató al militar que cortó las manos del Che Guevara y murió delatada por un nazi

Mónika Ertl fue una joven alemana que mató al militar que cortó las manos del Che Guevara. Ella fue la encargada de asesinar al coronel Roberto Quintanilla Pérez. Su final fue resistiendo su captura a los balazos junto a un argentino en un departamento de La Paz.

Infobae

De acuerdo a datos suministrados en el portal informativo Infobae, era hija de Hans Erlt, uno de los principales camarógrafos de la cineasta nazi Leni Riefensstahl, la que revoluciono el cine de propaganda político con “El triunfo de la voluntad” (1934) y las escenas sobre las Olimpíadas de Berlín de 1936.

Más tarde, Hans se convertiría en el camarógrafo personal del mariscal Erwin von Rommel, comandante del Afrika Korps.

En ese mundo transcurrió la niñez de Monika, hasta que con el final de la Segunda Guerra Mundial su padre, tras un proceso de desnazificación, en 1948 emigró a Bolivia donde compró un campo de tres mil hectáreas en Chiquitania, a 100 kilómetros de Santa Cruz.

En ese tiempo Monika lo acompañaba en sus tareas agrícolas y fílmicas. En 1958. Monika se casó con un alemán (otros dirán boliviano descendiente de alemanes) y se instaló en el Norte de Chile, cerca de las minas de cobre, donde vivió y observó las pésimas condiciones en que vivían los obreros.

A su vuelta a La Paz, donde su padre tenía una gran casa, comenzó sus contactos con la izquierda boliviana, tras separarse de su marido. Fue en ese momento cuando comenzaría su historia relacionada con uno de los aliados de Fidel Castro.

Para los miembros del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia el coronel Roberto “Toto” Quintanilla Pérez fue el responsable de seccionar las manos de Guevara para garantizar su identificación, aunque en realidad las manos fueron cortadas por orden del jefe del ejército boliviano, general Alfredo Ovando Candia.

Nunca se supo qué ruta siguió, ni quién financió su viaje a Hamburgo, pero en marzo de 1971, Monika Ertl, haciéndose pasar por una australiana interesada en viajar a Bolivia solicitó una entrevista con el cónsul. El 1° de abril de 1971 fue recibida por el propio coronel “Toto” Quintanilla. El encuentro duró poco, se sentaron frente a frente y ella sacó de su bolso un revólver Colt Cobra calibre 38 Especial y le descerrajó tres disparos.

ESCAPE Y ASESINATO

Luego del asesinat, comenzó la persecución de los servicios bolivianos y la CIA. Ella fue vista en Francia y en Cuba y utilizaba un pasaporte argentino, aunque al final volvió a Bolivia.

Si había alguien en La Paz que la conocía bien era “el tío Klaus” y estaba detrás de sus pisadas. Por su relación con su padre Hans Ertl, “el tío Klaus” –así lo llamaba Monika—no era otro que el ex oficial de las SS y la Gestapo Klaus Barbie Altmann, el jefe en Lyon, Francia, que se había instalado en Bolivia con la ayuda de los estadounidenses del “Counter Intelligence Corps”.

Ella se desplazaba y vivía como clandestina y no fue simple localizarla. En una oportunidad, en pleno centro de La Paz, fue reconocida por Barbie a pesar de que iba camuflada. Lucía como una gitana o una hippie pero la individualizó por sus llamativas piernas y los lóbulos alargados de sus orejas. Inmediatamente puso al “sistema” en estado de alerta y tres días más tarde fue localizada en el barrio El Alto cuando llegaba a una casa de seguridad clandestina acompañada por un argentino.

Fue el 12 de mayo de 1973 y resistieron a las fuerzas del orden hasta que se les acabó la munición. Se declaró posteriormente que habían muerto en combate pero su padre denunció que antes de morir había sido torturada.

Redacción Maduradas con información de Infobae

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