La estatal Petróleos de Venezuela exigió el cierre de los comercios ubicados desde hace varios años en las estaciones de servicio de su propiedad, luego del desalojo exigido el sábado 27 de junio de los administradores particulares de estas instalaciones.
Miguel Gutiérrez / EFE
Luego de la estatización y nacionalización de las gasolineras en 2008, Pdvsa autorizó a los encargados abrir las «tiendas de conveniencia» como una manera de obtener los ingresos que no podían percibir por el bajo precio del combustible.
Ahora, con el finiquito de la concesión tomada de manera unilateral por la empresa estatal, los encargados no solo deben abandonar el negocio de la venta de la gasolina sino también cerrar los comercios de su propiedad,una decisión que restringe el libre comercio y el derecho al trabajo.
«Manifestamos nuestro rechazo a la medida asumida por Pdvsa al comunicar a los concesionarios de las distribuidoras de combustible la entrega de estás. Esto constituye un claro desconocimiento de los derechos establecidos en nuestras leyes», denunció este martes 30 de junio la Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Alrededor de 15 estaciones de servicio en todo el país recibieron una comunicación de la gerencia de Mercado Interno de Pdvsa, en la que informaba el finiquito de relaciones comerciales, sin que ello ameritara una compensación por parte de la compañía.
Redacción Maduradas con información de Tal Cual
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