Luego de desertar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por negarse a cumplir órdenes de represión contra el régimen, actualmente los ex militares han salido adelante en el vecino país de Colombia trabajando como carniceros.
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Juan, quien pasó de ser teniente de la Guardia Nacional Bolivariana a trabajar en una carnicería, comentó la ilusión que representaba para él convertirse en militar, y lo diferente que fue ejercerlo una vez graduado.
«Tenía ilusión, me gustaba la formación militar, a pesar de lo fuerte. Aprendí disciplina, orden, respeto y el valor por la familia (…) Pasé años bonitos, aprendí bastante, pero al uno graduarse todo cambia», comentó.
Según comentó en declaraciones a La Opinión, «era una obligación» reprimir a los civiles. «Si uno no lo hacía, iba preso. Hubo muchos muertos», acotó.
Al negarse, Juan (nombre ficticio) fue uno de los militares encarcelados por el régimen. «Cuando me negué empezó todo. Estuve en un calabozo de presos comunes. Gente que yo mismo había llevado a la cárcel y me trató como un criminal. Temí por mi vida», contó.
Por otra parte, Francisco, de 29 años de edad y 8 en las filas de la FANB, relató haberse sentido orgulloso tiempo atrás de su labor, pero luego empezó a desmotivarse.
«Los beneficios que ofrecían ya no eran los mismos. Cuando pedíamos algo, siempre lo negaban. Llegué a un punto en el que hacía el trabajo más por entretenerme que por los ingresos recibidos», sostuvo.
Junto a varios funcionarios más, Juan y Francisco fueron dos de los militares que desertaron a Colombia el pasado 23 de febrero del año 2019, cuando la oposición venezolana intentó ingresar, sin éxito, la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos.
Redacción Maduradas con información de El Nacional
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