La liberación del mercado de divisas, anuncio realizado este lunes 6 de mayo por el Banco Central de Venezuela (BCV), no traería mayores beneficios, afirmaron especialistas.
De acuerdo con los economistas, el cambio del sistema Dicom a las mesas de dinero operadas por la banca privada implica un grado de flexibilización del control de cambio. Sin embargo, Fedecámaras y Consecomercio opinan que faltarían medidas más estructurales para lograr un efecto positivo.
El BCV no explica mayores detalles de cómo serán las operaciones, pero establece que los bancos podrán aceptar órdenes de compra y venta de dólares. Tampoco queda claro en el documento de dónde vendrán los dólares.
Al respecto, el economista Luis Oliveros afirma que uno de los problemas que se tienen que considerar es que hay un déficit en la oferta de divisas y, además, ni el BCV ni Petróleos de Venezuela están en capacidad de asumir esa oferta.
“Yo creo que el gobierno está esperando que sean los privados los que pongan los dólares en el mercado, pero no hay tanta capacidad, por lo que creo que al final este sistema de las mesas de dinero no va a tener la fuerza que uno pudiera pensar”, indicó Oliveros.
Oliveros no duda en reafirmar que no se trata de un desmontaje del control de cambio, aunque sí cierta flexibilización:
“Estoy seguro de que seguirán existiendo limitaciones en los precios y las cantidades que podrán transarse. Es decir, no es que yo puedo ir a comprar o a vender lo que quiera, y eso sencillamente se sigue llamando control cambiario”.
El vicepresidente de Fedecámaras, Ricardo Cussano, asegura que el problema es mucho más serio, pues las empresas tienen aproximadamente cinco años viviendo en contracción económica y tienen poca capacidad para beneficiarse de una flexibilización del control cambiario.
“Podemos decir que, en teoría, la medida puede verse como positiva, sin llegar a detallar su aplicación. Se supondría que se han despenalizado las transacciones, que habrá más oportunidades, pero el impacto es nulo. No tenemos capacidad de acceder al financiamiento interno ni externo. Supongamos que alguna empresa pueda vender algo de dólares que tenga ahorrado, pero ¿cómo recupera eso si el venezolano no tiene poder adquisitivo para comprar lo que produzcamos? Si no tienes quién te compre, no tiene sentido”, dijo Cussano.
La presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, afirma que una medida como esta no tendrá ningún efecto sobre el sector, pues está convencida de que la oferta oficial será muy reducida y además será controlada la adjudicación.
“Considero que lo que pretende el banco Central es trasladar la responsabilidad de la oferta de divisas a otros. Es posible que sea un intento de captar el mercado de remesas”, insistió Uzcátegui.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
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