El fotógrafo José Luis Abad murió el 28 de julio de 2019 durante un rito que incluía la inhalación del vapor emanado del veneno de sapo, y que se desarrolló en la cada del actor porno Nacho Vidal.
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Quienes lo conocieron lo definen como un profesional extraordinario, resolutivo y excepcional. Abad consumía drogas y, según ha declarado Vidal, este ritual podía ayudarlo a dejar su adicción a los estupefacientes.
«Ser fotógrafo no es simplemente tener una cámara; ser fotógrafo es sentir que lo que tienes delante, que debe ser comunicado en ese instante, con esa toma y con esa luz. No es disparar por disparar, sino ver y después disparar», había manifestado en una oportunidad.
El hombre nació en Toledo y luego se estableció en la ciudad de Valencia, donde se consolidó como uno de los fotógrafos de moda más prestigiosos. También logró posicionarse en Turia, la ciudad en donde falleció, en principio, por un infarto de miocardio.
Luego se conoció que Abad sufrió el infarto, pero pese a sus convulsiones y la asfixia. Supuestamente ni Nacho Vidal ni las otras personas que estaban en el lugar durante el ritual lo auxiliaron ni llamaron a emergencias.
Abad tomaba fotografías tanto trabajos editoriales, campañas de imagen, publicidad o hacía la cobertura gráfica de pasarelas nacionales e internacionales. Llegó a firmar para marcas como Vogue, Tatler Hong Kong, 2Bexposed NY, Oxxo magazine, La Milk, Oci o H magazine.
Redacción Maduradas con información de El Español
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