Gisela, la enfermera que el día de la muerte de Diego Armando Maradona era responsable del cuidado del exfutbolista argentino, aseguró en su declaración a las autoridades que lo habría escuchado moverse dentro de su habitación a las 7:30 de la mañana, de acuerdo a fuentes judiciales.
Ronaldo Schemidt / AFP
La enfermera, quien relevó la mañana del miércoles 25 de noviembre a su colega que había atendido al astro durante la noche, terminó de dar su testimonio la madrugada de este viernes en la Fiscalía General de San Isidro ante los fiscales a cargo de la investigación de la muerte de Maradona, reseñó La Nación.
“La testigo no entró en la habitación. Pero dijo que escuchó un movimiento y creyó que era Maradona caminando por el dormitorio», indicaron fuentes judiciales.
Reconoció que en un informe que realizó para la prestadora médica aseguró que había contralado al Diez, no obstante, aclaró que solo escuchó movimientos.
Ricardo, el enfermero que trabajó en el turno nocturno al cuidado del entrenador de fútbol en su casa en el barrio de San Andrés, en Tigre, ofreció su declaración pasadas las 6:00 p.m. del 25 de noviembre.
“Antes de dejar mi turno a las 6:30 de la mañana entré a la habitación y Maradona estaba vivo. Lo controlé. Estaba descansando y respirando”, dijo según lo señalado por la Fiscalía General de San Isidro en un comunicado de prensa.
El campeón con la selección de Argentina en el Mundial de 1986 falleció este miércoles luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio en su propiedad en el barrio privado San Andrés, ubicado en Tigre, de acuerdo a medios locales.
En esa residencia se recuperaba de la operación en su cabeza a la que debió someterse en semanas pasadas luego de que los médicos le hallaran un hematoma subdural, además, cumplía un tratamiento intensivo para estabilizar su estado anímico y físico deteriorado por su adicción al alcohol y a los psicofármacos.
Redacción Maduradas con información de La Nación.
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