La crisis económica ha llevado a los venezolanos a extremos para poder encontrar el sustento. Debido a la problemática con los ingresos en Venezuela, los cuales son muy bajos, la prostitución masculina ha aumentado en el país y se ha abierto paso cada día.
Foto: El Venezolano de Houston
Aunque las personas crean que la prostitución está asociada únicamente a las mujeres, sobre todo teniendo en cuenta que Venezuela es un país lleno de tabúes, esto ha cambiado en los últimos tiempos a causa de la crisis.
“Un hombre es capaz de pagar para tener una relación sexual con una mujer, y hasta puede ser con cualquier mujer, pero una mujer difícilmente pague para tener a un hombre, sencillamente porque es muy raro que haya alguna que le apetezca hacer el amor con alguien hasta ese punto”, indicó la psicóloga Malena en la página web Psicología.
No obstante, la realidad de los venezolanos es otra. La mayoría de los ciudadanos perciben un sueldo mínimo de 352 mil bolívares cuando la canasta básica familiar supera el millón de bolívares. Para los hombres los motivos que los llevan a la prostitución son: una vida mejor, que el sueldo no alcanza, no hay para comer.
Un hombre, quien no reveló su verdadera identidad, declaró a El Cooperante lo rentable que es para él vender placeres sexuales a cambio de dinero. Su costo son 100 mil bolívares la hora, trabaja los fines de semana desde el jueves. Solo una noche para él equivale más de dos salarios mínimos, mientras que dedicándose un fin de semana fácil cubre el costo de la canasta básica.
“Trabajo de día, tengo una hija y me resulta este trabajo. Solo lo hago con protección. Me llaman mujeres mayores, sí, pero también jóvenes. He tenido clientas de 25 años con mucha plata (…) Me llaman para cumplir sus fantasías, que las ate, que las trate mal, que finja una violación, que usemos juguetes. Yo tengo mi tarifa y a veces me dan hasta más”, agregó y enfatizó que solo tiene relaciones con mujeres.
El hombre de 38 años contó que en diciembre tenía unos ahorros para irse a República Dominicana pero no le alcanzó para el pasaje. Asimismo, manifiesta ser un padre responsable y no permitir que a su hija le falte nada ni que pase hambre.
«Los Cesta Tickets se los doy completos mensualmente, le hago su mercado completo. Mi hija no tiene lujos pero no he permitido que pase hambre, este dinero que me gano me sirve para vestirla, calzarla, y darle de comer”, aseveró.
Con información de El Cooperante
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