Los diálogos entre el oficialismo y el gobierno interino de Juan Guiadó impulsados con la mediación de Noruega fueron la excusa ideal para que el régimen de Nicolás Maduro «ganara tiempo».
Así lo asegura un análisis del portal Konzapata, en el que explican que el acuerdo firmado entre el régimen de Nicolás Maduro y cuatro partidos minoritarios de la oposición fue planeado con al menos tres meses de anticipación y que estaba programado para ser «montado» en octubre.
Sin embargo, la orden ejecutiva del gobierno de Donald Trump contra el oficialismo provocó que el líder socialista abandonara la mesa de negociación en Barbados y acelerara el paso para que se realizara el acto este lunes 16 de septiembre en la Casa Amarilla.
Según el medio de comunicación, Maduro tenía la intención de culminar con la mesa de negociación de Barbados con o sin sanciones estadounidenses, pues continuaba jugando desde todos los terrenos posibles: «persiguiendo al gobierno interino; protegiendo a las FARC y el ELN; torturando, asesinando y violando los derechos humanos; jugando a la guerra con Colombia; sentándose y levantándose de la mesa promovida por Noruega; organizando un pacto paralelo con otra oposición; y, por último, todavía proponiéndose seguir negociando en caso de que la mediación de Noruega así lo pida».
“Ahora Maduro anuncia un acuerdo. No le gustó el que le propuso Guaidó. El de la separación de los cargos de ambos, de Maduro y Guaidó; el del Consejo de gobierno; y el de las elecciones libres. Maduro prefiere este otro que se cae por su propio peso”, indica el diario digital.
Entre los puntos acordados entre el régimen y partidos minoritarios de la oposición, destacan la reincorporación de la bancada del PSUV a la Asamblea Nacional, designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral y las garantías comiciales que deben acompañar los procesos de votación.
Redacción Maduradas con información de Konzapata.
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