¿Recuerdan la noticia de que no hay repuestos para las canaimitas en Venezuela? o yendo a un plano más macro, ¿que en el país actualmente la crisis económica no deja para nadie y es prácticamente imposible mantener una familia con un sueldo mínimo?, al parecer, Nicolás Maduro no.
Y es que el primer mandatario no se ahorra nada. En su visita a Antigua y Barbuda, en la que se reunió con el primer ministro Gaston Browne, Maduro hizo de «tío rico» y regaló tabletas Canaima a niños y jóvenes de la nación caribeña para «ayudar a la educación» de los estudiantes.
El presidente afirmó que las tabletas ayudarían en la educación de los niños de la nación insular. Mientras tanto, en Venezuela, los profesores trabajan con las uñas y reciben salarios de hambre, y los niños y sus representantes sufren con los altos precios de los desayunos y las meriendas, los útiles y los uniformes. El Gobierno venezolano decidió resolver la situación eliminando la obligatoriedad de uso de libros y uniformes escolares para quienes no puedan costearlos… Pero para el viaje de Maduro sí hay plata.
Browne y Maduro anunciaron también mayor cooperación en el marco de PetroCaribe, más apoyo médico de Venezuela con la Misión Milagro Internacional y la creación de un banco regional con sede en Antigua y Barbuda. Por lo visto, el presidente venezolano insiste en la búsqueda de apoyo internacional, aunque sea a cambio de ordeñar las últimas vacas flacas.
Con información de El Cooperante.