Luego de la muerte de 13 neonatos en el Hospital Miguel Oráa, en Guanare, estado Portuguesa, trascendió que otros dos recién nacidos fallecieron el 9 de mayo tras denuncias que hicieron los familiares de los niños en el que exigen que se investiguen los casos. Las acusaciones señalan que dentro del área donde los niños son atendidos al nacer «está contaminada; pero a pesar de ello los prematuros los siguen albergando allí. Hace falta que se investigue el porqué de esto«, indicaron los familiares de uno de los neonatos fallecidos.
«El personal nos manifestó que estaba bien, que podía evolucionar. Eso no ocurrió porque la madrugada de este viernes falleció. Es por eso que tenemos dudas sobre si la causa no fue la contaminación bacteriana como han denunciado en casos de otros bebés. La unidad no ha sido desinfectada por las autoridades», explicaron.
Los familiares de Ángel Wilfredo, quien falleció a los cuatro días de nacido, expresaron que el bebé era sietemesino y que por ello presentó insuficiencia respiratoria. No obstante, señalaron que le realizaron los exámenes médicos de rigor en laboratorios privados y la mayoría de los valores estuvieron bien, a excepción de la hemoglobina, que la tenía baja.
Personal del hospital señaló a El Nacional que también ocurrió el deceso de una bebé cuya familia procede del caserío Tierra Buena del municipio Guanare y que habría fallecido en circunstancias similares, reseñó el portal canalntn24.com.
Esta semana Rodolfo de Bari, quien renunció a finales de abril a la dirección del Hospital Miguel Oráa, en Guanare, denunció que en ese centro asistencial murieron 13 recién nacidos en la Unidad de Neonatología en solo ocho días, debido a una infección bacteriana.
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