El ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, dijo que existe un tercer ciudadano colombiano implicado en el crimen del diputado Robert Serra. El hombre, que aún no ha sido identificado mantenía una relación directa con quien dirigió la banda, dijo el ministro, quien recordó que el líder táctico de la banda es alias “Colombia”. En el grupo delictivo está el hijo del implicado, conocido como Eme, también de nacionalidad colombiana. Esa persona, “según la información que manejamos por fuentes muy buenas que han ayudado a esclarecer el caso, había ofrecido el pago por la comisión del hecho. Creemos saber quién carga el dinero. Aún hay varios por capturar. Están desplegados todos los cuerpos de seguridad en su búsqueda”, enfatizó.
Otros detalles
La planificación del crimen se extendió durante poco más de tres meses, de acuerdo con los detenidos, pero, explicó el Ministro, el enlace de quien ofrece el dinero a “Colombia” debió haber durado más. Hubo, además, una operación de inteligencia y un tiempo para el estudio de la personalidad y vida de Serra, “por dónde penetrarlo para matarlo”.
Rodríguez Torres señaló que los cuerpos de investigación han actuado aceleradamente para llegar importantes conclusiones.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y el Ministerio Público (MP) colectaron las evidencias, incluidos los videos de las cámaras de seguridad de la casa, así como entrevistas.
“La primera conclusión es que entraron exclusivamente a matarlo, no a robar ni otra cosa“, puntualizó el Ministro. “Venían a matarlo y planificaron muy bien, de manera detallada y milimétrica. Tenían los equipos en la mano. Cometieron el crimen y salieron”, añadió.
Impacto en la sociedad
Para el ministro, asesinatos como el de Robert Serra tienen el propósito de generar un impacto en la sociedad, señaló el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres.
“Esos crímenes se planifican, más allá de quitarle la vida y enlodar moralmente al fallecido, para generar una consecuencia en la sociedad venezolana”, explicó en un programa de televisión.
Al respecto caracterizó a este hecho como un crimen de laboratorio, “de planificación detallada, ejecución rápida y limpia, y después alguien queda monitoreando qué pasa tras la muerte”, reseñó La Razón.