El balance del terremoto que sacudió hace una semana Turquía y Siria ascendió este lunes a más de 35.000 muertos y, ante las escasas perspectivas de encontrar supervivientes, los esfuerzos se centran ahora en ayudar a los millones de personas que se quedaron sin hogar.

OZAN KOSE / AFP
La situación es especialmente grave en Siria, ya devastada por más de una década de guerra civil.
El presidente sirio, Bashar al Asad, aislado y sujeto a sanciones, pidió ayuda internacional para «la reconstrucción de las infraestructuras» destruidas por el sismo en el país, donde la ONU estima que más de cinco millones de personas se quedaron sin casa.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que Asad acordó abrir dos nuevos pasos fronterizos -Bab al Salam y Al Rai desde Turquía hasta el noroeste de Siria- para permitir el ingreso de ayuda.
Antes del sismo del 6 de febrero, casi toda la ayuda humanitaria destinada a los más de 4 millones de personas que viven en los sectores controlados por los rebeldes en el noroeste del país procedía de Turquía por el paso Bab al Hawa.
«La apertura de estos puntos de cruce, además de facilitar el acceso humanitario, acelerar las aprobaciones de visas y facilitar los viajes entre los centros, permitirá que entre más ayuda, más rápido», dijo Guterres.
Una semana después del sismo de magnitud 7,8 que sacudió la región, el balance confirmado es de 35.331 muertos, 31.643 en Turquía y 3.688 en Siria, lo que convierte a este cataclismo en el quinto más mortífero desde el inicio del siglo XXI.
AFP
Lea también: