La comunidad internacional se ha quitado la venda de los ojos. El régimen de Nicolás Maduro se queda cada vez más solo y sin aliados en el mundo, que atento sigue de cerca los abusos cometidos en Venezuela.
Roberto Enríquez, presidente de Copei, consideró que el Gobierno de Maduro sufre un «dramático aislamiento internacional», el cual deja a Venezuela «metida en una orfandad internacional patética».
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«Hoy los venezolanos no tenemos la menor idea de hacia dónde va Maduro, más allá de sus chascadas sobre la confabulación financiera internacional en contra de Venezuela. Los estados de excepción en la frontera colombo-venezolana, las provocaciones del gobierno guyanés para debilitar nuestra legítima reclamación sobre nuestro Esequibo», dijo Enríquez en su columna de opinión publicada por El Nacional.
Para el dirigente copeyano, «Venezuela está “fuera de juego” ante la nueva alianza entre Obama y los Castro, es decir entre Cuba y Estados Unidos, tras bastidores, sumémosle a ese pacto la aquiescencia de la Unión Europea, los estratégicos movimientos internacionales del papa Francisco, la zozobra del gobierno brasileño que parece llevarse por delante no sólo a Rousseff sino también a Lula, la moderación uruguaya, el ostracismo chino y las penurias rusas, además de la solidaridad inoficiosa de las voces cada día más irrelevantes de Correa, Evo y Ortega, dejan a Venezuela metida en una orfandad internacional patética«.
«Maduro y su gobierno no ven hacia adentro, es decir; hacia Venezuela, no buscan unificar al país para superar las abultadas dificultades. El gobierno de Maduro actúa con la torpeza de un elefante en una cristalería, todo lo rompe, a todos nos agrede, todo lo divide», manifestó.
Enríquez finalizó diciendo que «la debilidad internacional del gobierno de Maduro solo la puede rebatir un atolondrado fanático, y su fortaleza interna es una ficción. Parece que nadie se lo dice o a él no le la da la gana escucharlo».