La flexibilización de importación de vehículos a particulares no mejorará la oferta en el país, afirmó una fuente del sector. Explicó que la medida, establecida en la Gaceta Oficial número 40522, no aliviará la disponibilidad de automóviles porque solo un minúsculo grupo de consumidores será capaz de pagar el precio del carro, el seguro (1% del precio del vehículo), el flete (entre 2.500 y 3.000 dólares), el arancel fijado por el gobierno venezolano para adquirir carros en el exterior (35%), el impuesto al valor agregado (12%), 1% por el servicio de aduana y 10% adicional de impuesto al lujo si se trata de un auto que supere los 22.000 dólares.
Otra fuente del sector automotor indicó que un sedán en promedio vale en el exterior entre 15.000 y 20.000 dólares. En el caso de que un particular compre uno de 15.000 dólares, para sacarlo del país de origen deberá sumar 150 dólares por seguro y mínimo 2.500 dólares de flete, lo que incrementa el valor del carro a 17.650 dólares, así lo reseñó El Nacional.
Ese precio es el que sirve de base para aplicar los porcentajes, por lo que el arancel de importación será 6.177,5 dólares, el IVA 2.118 y el servicio de aduana 176,5 dólares. La suma de esto es 8.475 dólares que se pagan en bolívares, pero a la tasa del Sistema Cambiario Alternativo de Divisas, Sicad II, que en promedio se ubica en 49 bolívares.
“Por ahí circuló que estos tributos se pagarían a la tasa del Sistema Complementario de Administración de Divisas, Sicad I, (12 bolívares) pero eso no es así. Lo únicos impuestos que se pagan a este cambio son los de los bienes que se importen a esta tasa”, aseguró.
Al sumar el precio del carro y los tributos, resulta que el automóvil costará traerlo al país 26.122 dólares.
La fuente indicó que si al sumar el precio de un vehículo, el seguro y el flete, el monto supera los 22.000 dólares, además de los tributos antes mencionados, deberá pagar 10% por impuesto al lujo.
Dijo que en el caso de una camioneta puede valer entre 30.000 y 80.000 dólares. Si se trata de una cuyo precio sea 40.000 dólares, al sumarle todos los costos adicionales, la importación saldrá en 68.572 dólares.
En el caso de un rústico, la fuente dijo que se podían conseguir desde 20.000 dólares, que al sumarle el seguro y el flete da 22.700 dólares. Ello quiere decir que debe cancelar impuesto al lujo. Para ponerlo en Venezuela, el comprador pagará 35.866 dólares.
Si el carro a importar es uno de lujo, cuyo precio sea 50.000 dólares, traerlo al país costará 84.530 dólares.
Secundario, intacto. Por lo elevado que resultará importar un vehículo, la otra fuente señaló que la medida no contribuirá a disminuir los precios del mercado secundario, porque los automóviles saldrán tan caros como los que exhibe este mercado.
“Además, el tiempo que tardaría colocar un vehículo en el país, que según el lugar de origen puede ser entre cuatro y cinco meses, es un factor que privilegia a los carros usados. Una persona que pueda pagar uno de ellos, que esté urgido, seguramente lo comprará antes de importar uno”.
La fuente señaló que no centralizar las compras en un organismo (el comprador podrá adquirir el modelo que quiera al vendedor que quiera) podría generar estafas o compra de carros que no estén homologados en el país, lo que traería consigo más costos. “No estar homologado no es grave, porque se trata de que en el INTT no está registrado ese modelo, pero se puede mandar a registrar. Sin embargo, eso tarda y generará gastos adicionales por concepto de almacenaje en la aduana”.
La Cifra
82,29% cayó la producción de vehículos entre enero y septiembre de 2014, versus en el mismo período de 2013. Voceros del sector afirman que este año ha sido uno de los peores de la industria.