Lockdown, es una novela del autor Peter May escrita en el año 2005, que narra el completo cierre de Reino Unido debido a un virus altamente contagioso y mortal. Aunque hace unos 15 años nadie quiso publicarla, actualmente la historia se ha vuelto viral.
The National – Lockdown
“Dijeron que era poco realista y que nunca podría suceder algo así”, cuenta en el prólogo de una versión virtual que se viralizó. “Nadie se podía identificar con este paisaje distópico, no importaba que estuviera bien investigado (…) Hoy todo el mundo puede. Es nuestra experiencia común. ¿Y no es eso lo que se supone que hacen los escritores, describir y explorar la condición humana, el mundo que vivimos como raza humana?», añadió.
La novela incluye inquietantes similitudes con el contexto real actual que viven millones de sociedades en todo el mundo, en una especie de capacidad profética, resultado de las profundas investigaciones en las que May suele basar sus libros.
Desde el inicio, el autor cuenta el fallecimiento del primer ministro británico en el centro médico St. Thomas, donde su esposa se encuentra agonizante. En ese mismo hospital, en la vida real, el primer ministro Boris Johnson estuvo internado y se recuperó recientemente.
La profética novela, que para el 2005 a los editores les parecía ridícula, saldrá publicada en papel este mes de abril en Reino Unido, en junio en Estados Unidos y la traducción al español saldrá en octubre bajo la editorial Catedral. Sigue los pasos del detective Jack McNeil, que intenta desentrañar el misterio de unos restos humanos encontrados en un bolso, en un hospital de emergencia que se construye a toda velocidad.
«Ahora, a la luz del día, había un tránsito limitado de vehículos privados y comerciales que contaban con el permiso requerido para circular en determinadas áreas de la ciudad, bajo el rastreo de cámaras y satélites. Los controles eran más estrictos en el centro de la ciudad, donde había sucedido buena parte de los saqueos. El gobierno usaba la antigua infraestructura de peajes y multas para monitorear y controlar todos los vehículos que ingresaban o salían del área. MacNeil avanzó por el límite norte, pasó por la Estación Euston, desierta, antes de doblar hacia el sur en Tottenham Court Road, donde una cámara grabó su número de licencia y lo envió directamente a la central informática. Si no tenía permiso, lo detendrían en cuestión de minutos», es parte de los inicios de la novela.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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