Como tapándonos los ojos para que no nos demos cuenta el Gobierno ha puesto en marcha tantas artimañas, que no cuesta hacer memoria para recordarlas. Muchas con la excusa de acabar con la crisis, cuando por el contrario solo han logrado empeorarla.
A los venezolanos nos ha tocado lidiar con la escasez, el hambre y la situación a punto de explotar que nos ha llevado a límites que desconocíamos. Y tanto nos hemos dejado llevar que hemos sido víctimas de humillaciones.
Aquí presentamos 5 formas de humillación que el Gobierno ha puesto en práctica con el control de comida:
1. Colas
¿Cuántas horas de su vida no ha perdido aquel que invierte su día en hacer colas para conseguir algo que comer? Estas consisten en 5 a 8 horas en las que debes mantenerte de pie, con la esperanza de que cuando llegue tu turno todavía haya producto. ¿Quién se merece algo así? Nadie.
2. Captahuellas
Supuestamente este sistema vendría a terminar con las colas, pero que va, solo se sumaron a la tragedia. Para muchos esto represento un sistema de control arcaico que les hizo sentir que rogaban por comida.
3. Terminal de cédula
Al igual que en Cuba, el país rey de los métodos de racionamiento de comida, usar los terminales de cédula para determinar que día podías comprar acabó con la libertad de elegir que tenía el venezolano.
4. Marcado en el brazo
Nadie puede olvidarse de esos momentos en los que los brazos de los venezolanos se llenaron de números escritos en marcador. Esto para asegurar su puesto en la cola según la hora de llegada.
5. CLAP
Al parecer todo aquel que no este inscrito en un consejo comunal no es venezolano ni tiene derecho a comer, según las reglas de distribución que aplican ahora con el Comité Local de Abastecimiento y Producción. Este sistema mejor conocido como Clap incluye en sus bolsas solo 3 o 4 cosas, entre las que no está el pollo ni la carne ¿es eso un mercado digno para una familia?