Singapur, uno de los primeros países en sufrir el impacto del coronavirus antes de que la pandemia se propagara, decidió emplear detectives para espiar posibles casos positivos de la enfermedad en un intento de encontrarse un paso adelante del Covid-19.
REUTERS/Brendan Mcdermid
Hasta la pasada semana, más de 6.000 personas habían sido rastreadas y contactadas a través de una combinación de imágenes de cámaras de seguridad, investigación policial y ardua labor detectivesco a la antigua, que muchas veces se comenzaba con una simple llamada telefónica.
Conceicao Edwin Philip es uno de tres rastreadores de contacto en el Hospital General de esa nación, uno de los centros sanitarios estatales responsables de atender a los pacientes con el virus.
Su equipo es el primero en conversar con las personas cuando llegan al centro asistencial para conocer con quién han entrado en contacto y dónde han estado.
«Una vez recibimos los resultados de laboratorio de un caso positivo, tenemos que cancelar todo y trabajar hasta las tres de la mañana. Al día siguiente, retomas de nuevo»,, dijo.
La información recopilada la entregan al personal del Ministerio de Salud que sigue con el proceso: «Sin esta primera pieza, no se puede conectar nada. Es como un rompecabezas, hay que armarlo por completo«.
Zubaidah Said está a cargo de uno de los equipos de ese ministerio que tiene la tarea de continuar el próximo paso.
En diversos casos, su equipo afronta obstáculos en la recolección de información, pues algunos pacientes se encuentran muy enfermos para responder a las preguntas, por ejemplo, y eso hace su labor más difícil.
«Hasta donde sea posible, con muchos casos tratamos de obtener una segunda información, pero otra vez, eso ha sido difícil«, admitió.
En esa etapa es que entra el siguiente equipo, que consiste en unidades de investigación criminal de la policía al frente.
«La policía y el ministerio sostienen teleconferencias diarias para intercambiar información«, manifestó por correo electrónico el alto comisario asistente de policía Lian Ghim Hua, del Departamento de Investigación Criminal.
Ghim Hua añadió que entre 30 a 50 «agentes están trabajando todos los días en rastreo de contacto y la cifra algunas veces se eleva hasta más de 100 uniformados«.
Datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins señalan que en Singapur hay hasta este viernes 3 de abril 1.114 personas contagiadas, 5 fallecidas y 282 recuperadas.
Redacción Maduradas con información de Periodista Digital.
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