El gobierno está regulando los precios de muchos rubros básicos y ha ordenado a las empresas a retomar los precios que tenían en diciembre, para trata de frenar la incontenible escala de inflación, la cual llegó en un año a 4.000%.
Foto: Composición Maduradas
El mes de enero Colgate-Palmolive en Venezuela recibió un mensaje de la administración del presidente Nicolás Maduro, debido a que habían empezado a vender el jabón líquido en el equivalente a 1,40 dólares y solicitaron rebajarlo casi un 90%.
En un trabajo de las periodistas Tibisay Romero y Corina Pons de Reuters aseguraron que Nestlé y Coca Cola Femsa son algunas de las marcas obligadas a mantener los precios del pasado mes de diciembre.
La filial de la estadounidense Colgate-Palmolive detuvo la producción del detergente Vel Rosa después de que el ente regulador, Sundde, le instó a reducir a 0,16 dólares el precio. En una carta del 2 de febrero, notificó al organismo que a ese precio no podían traer materia prima para operar.
Ni la empresa ni el gobierno suministraron información a Reuters. Algunos empleados anónimos declararon para el medio que si han llegado a algunos acuerdos.
Sin embargo, el forcejeo con el tema de los precios deja ver cómo las multinacionales parecen estar asumiendo un rol más agresivo frente a las medidas del gobierno.
Aumentos o paradas
“Todos los rubros deben volver al precio de diciembre. No vamos a aceptar ningún precio especulativo”, afirmó a mediados de enero el vicepresidente, Tareck El Aissami, acusando a los empresarios en una televisora estatal de recrudecer una guerra económica para evitar que Maduro consiga la reelección este año.
El gobierno, que no ofrece datos oficiales sobre inflación desde hace dos años, entró así a revisar cientos de precios, desde la mayonesa hasta la pasta de dientes.
Miles de empresas han reducido su producción y al menos dos de cada 10 están paradas por falta de materiales o pedidos, según la última encuesta de Conindustria, el principal gremio de fabricantes del país petrolero.
Las empresas que siguen operativas trabajan a media máquina para producir una poca cantidad de la variedad de sus productos.
Para el momento en que el vicepresidente ordenó que Nestlé bajara los precios, una de las plantes de la compañía en Suiza estaba fuera de servicio. Pero, esta es una de las empresas que asegura cumplir las leyes locales y respetar las regulaciones.
Otras compañías se mantienen bajo amenaza, por no aceptar los tratos de gobierno e incrementan el precio de sus productos constantemente.
Redacción Maduradas con información de Reuters
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