Tras conocerse la fuga del arresto domiciliario del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, desde entonces, el gobierno intenta entender cada detalle de lo sucedido: Un nuevo golpe bajo para el gobierno que, sin duda, lo deja en agonía, pues desde el exilio, el líder opositor bastante que ha mencionado que logró su salida gracias a militares.
Créditos: Federico Parra / AFP
Un trabajo de El Estímulo describe cómo fue la novela en la residencia del político. Seis patrullas, ocho motos, dos camionetas tipo pick up y cuatro tipo “machitos” estuvieron en el lugar desde las 7:00 de la mañana en las residencias Villa Magna -situada al este de la capital- para entregarle el periódico a Ledezma como todos los días. Para entonces, este se encontraba fuera de la frontera venezolana.
De inmediato, la vivienda fue tomada por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), y horas después, la brigada canina hizo acto de presencia para estudiar la zona.
Testigos aseguran que los efectivos abrieron la puerta del apartamento y hasta dañaron el ascensor de servicio. De igual manera, explican que “peinaron” la zona: Carteras, bolsos, maletas de carro, todo pasaba por la inspección del Sebin. El Estímulo sostiene que la tensión fue tanta, que a una vecina no le permitieron el acceso al estacionamiento hasta después de una calurosa discusión.
Aunque el caso se encuentra en desarrollo, trascendió que el vigilante del turno nocturno entregó la guardia “muy temprano porque tenía a la esposa enferma”.
Redacción Maduradas con información de El Estímulo
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