Bien sabemos los venezolanos que esperar resultados electorales en el país, implica una demora de varias horas que de seguro se extenderá hasta la madrugada, mientras nos comemos las uñas y rogamos a Dios que no permita se esté ejecutando un fraude monumental, todo esto mientras observamos esa baranda que se hace eterna.
Este 6 de diciembre terminó sin que los venezolanos conociéramos siquiera un primer boletín. Fue la madrugada del 7 de diciembre cuando Tibisay Lucena, entre nerviosismo, tartamudeo y unos resultados escuetos, anunció el primer boletín que daba a la MUD mayoría, aunque con 99 diputados cuando en realidad alcanzó 112.
Crédito: AVN
Varias personalidades de la oposición ya conocían los resultados, producto del trabajo realizado por los testigos en recolectar todas las actas con las que se comprobaría el triunfo. Y desde tempranas horas de la noche exigían al CNE pronunciarse y dar los resultados.
Por su parte, Maduro reveló que a las 10:30 de la noche ya conocía los resultados de los comicios, por lo que dio la orden al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, de dirigirse al país.
“Un segundo después que el Consejo Nacional Electoral dio los resultados, me pronuncié. Imperdonable que hubiera salido yo a decir fraude (…) vayan a descargar toda su rabia (…) aquí hubo fue un reconocimiento inmediato de la voluntad popular”.
Siendo este el caso, nos preguntamos ¿Qué demoró a Tibisay Lucena de ofrecer los resultados al país oportunamente como lo había prometido? ¿Por qué tras más de 48 horas de haber cerrado las mesas aun no daba la cara y ofrece un boletín final con los resultados oficiales?