“Niña busca comida para ella, su mamá y dos hermanitas entre basura en Los Teques”, relató el periodista Carlos Arencibia, a través de su cuenta en la red social Twitter, donde manifestó sentirse tocado por esta historia.
Foto: @Imag3n
Tres niñas, de menos de 10 años, hurgaban entre la basura cerca de la Torre Chocolate de Los Teques.
Al conversar con el periodista, le informaron que todo lo que conseguían, y metían en una bolsa, era para su mamá.
A continuación la historia íntegra narrada por el periodista:
El lunes en las adyacencias de la Torre Chocolate, Los Teques, vi a tres niñas que no superaban los 10 años hurgando entre bolsas de basura en busca de comida.
Inmediatamente me acerqué a conversar con ellas. Eran familia, hermanas según me dijeron pero creo que no por filiación directa sino por convivencia y amistad. Lo que conseguían era metido en una bolsa para llevarle a su mamá. No probaron bocado de nada.
Capturé la foto mientras hablaba con dos de ellas, pues la otra ni me prestó atención y siguió en su empresa de conseguir algo con que aplacar el hambre.
Con unas suertes de palmeritas, que era de lo poco que había en la panadería más cercana, y un litro de jugo se les olvidó por un momento una pesadilla de vida que no es suficiente para borrar de sus cándidos rostros, sonrisas que expresan el valor que dan a lo más mínimo.
Saciar su más inmediata necesidad, lejos de calmar la confluencia de sentimientos terribles que revoloteaban mi estomago, los fortalecieron.
No obstante, aumentar la impaciencia y la presunta impotencia al ver la solución ajena a nuestra voluntad instantánea, reafirma en mí el compromiso de que la lucha por un cambio de Gobierno que sea el inicio del resto de los cambios, será hasta que la victoria nos sorprenda.
Una victoria que debe ser pronto, porque el hambre no espera.
Por: Carlos Arencibia
Aunque el gesto de aplacar el hambre de estas niñas haya sido un acto muy bonito, está claro que la solución va más allá que superar un mal día, se trata de hacer un cambio de vida en cada ciudadano, en cada familia como la de estas niñas.
Redacción Maduradas con información de Carlos Arencibia