Más de 2.000 migrantes de nacionalidad venezolana se encuentran varados en el terminal de autobuses de Monterrey, Nuevo León, en México, luego de que la caravana de migrantes que se dirigía a Estados Unidos fuera disuelta por agente migratorios este domingo 12 de junio.
Los más de 30 autobuses que transportaban a los migrantes fueron interceptados por las autoridades migratorias y policías municipales en una carretera de la ciudad de Saltillo, poniéndole fin a la caravana masiva.
«Íbamos con destino a Saltillo y clandestinamente se atravesaron cinco patrullas de la policía que no tienen derecho de bajarnos de los autobuses, nos pidieron documentos, nos pidieron dinero, nos bajaron. La empresa nos hizo pagar como quien dice su cuota, por ese motivo nos regresaron y nos enviaron hasta Monterrey», explicó Alberto Salazar, migrante venezolano.
El objetivos de los migrantes era llegar a las ciudades de Piedras Negras y Ciudad Acuña, fronterizas con EEUU, para cruzar la frontera y solicitar asilo político.
«Nosotros queremos irnos, nosotros queremos irnos; Estados Unidos nos está esperando. Estados Unidos tiene un paso habilitado para venezolanos, cubanos y nicaragüenses; están en una dictadura tremenda», señaló el venezolano David Alejandro Molina.
Se conoció que los venezolanos pasaron la noche en el terminal tras ser impedidos de continuar su camino a pesar de contar con la Forma Migratoria Múltiple que les otorgaron en Tapachula y que les permite estar en los 32 estados mexicanos.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo .
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