La embajada de Venezuela en Rusia utiliza a empleados y compañías falsas para crear gastos ficticios y saquear las arcas de la Cancillería de Maduro.
Sputnik / Evgueny Biyatov
Entre las trampas administrativas también destaca la manipulación del IVA: la sede diplomática no declara los importes rembolsados por Rusia que tienen que regresarse a Caracas.
En este sentido, el medio de comunicación ALnavío ha conseguido 36 documentos de desembolsos amañados que respaldan el desfalco a la Cancillería de Maduro.
A través de gastos inexistentes la embajada obtiene recursos de manera fraudulentas desde el año 2015, por lo menos.
La sede diplomática, encabezada por Carlos Faría, no solo utilizaba los ingresos irregulares de fondos para compensar la falta de fondos, sino también para gastos personales de sus funcionarios, según indican las fuentes que aportaron la documentación y evidencias sobre ese mecanismo.
La embajada usa compañías fantasmas con sellos falsos para demostrar ante la Cancillería gastos irreales y desviar los fondos a partidas desconocidas.
Además, emplea documentos inauditos como los pasaportes de funcionarios venezolanos y rusos que han laborado antes para la delegación, con el objetivo de firmar facturas de servicios que jamás se realizaron, como asesoría cultural, servicios de traducción o gastos de banquetes.
Redacción Maduradas con información de Al Navío.
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