¿Cuántas promesas pueden hacerse durante un mandato presidencial? La respuesta es muchas, sobre todo en un mandato «heredado» de otro y que debe -en teoría- cumplir ciertas expectativas. Es así como en dos años y medio en el poder, Nicolás Maduro ha hecho un sinfín de promesas a los Venezolanos que se han quedado, en eso, promesas sin cumplir.
Es probable que el venezolano común no recuerde cuánto ha prometido Maduro. Para refrescar las memorias, por ejemplo, el señor presidente casi juró a finales del año pasado, cuando la inflación en Venezuela cerró con poco menos de 70% de manera oficial, que iba a “enderezar la economía” y acabar con la “guerra económica”, hasta la fecha muchos venezolanos siguen esperando en las colas por comida.
A pesar de que el primer mandatario dijo que se entregaría a esa misión “en cuerpo y alma”, las cadenas y actos que hoy realiza son para culpar a la “derecha” y al “imperio” de su mala gestión, ahora el 2015 terminará para el país con más de 100% de inflación y con más controles para el sector privado, que no resolverán el problema, como ha reiterado Jorge Roig, expresidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en varias oportunidades.
En esta “guerra campal” y sin presentar mayores pruebas, solo logró el encarcelamiento de directivos de la cadena Farmatodo (hoy en libertad condicional) y la red de mercados populares Día Día (aún presos), entre otros por supuestamente apoyar la “guerra económica”. Estas detenciones ejemplarizantes no han disminuido las enormes filas por comida y productos básicos.
Por la misma línea económica, llegó la muy repetida promesa de mantener las ayudas sociales así el petróleo estuviera “en cero”, para demostrarlo, en abril ofreció tablets a los estudiantes de secundaria de escuelas públicas.
Lamentablemente esta “ayuda” parece excluir a jóvenes como Yariangel Sanoja de 16 años, recientemente egresada de bachillerato en el estado Guárico, cuyos compañeros recibieron beneficios del régimen, como tablets, celulares y un viaje. Su madre denunció que fue excluida porque no se identifican con el Gobierno y además militan en un partido de oposición.
En mayo de este 2015 que el primer mandatario prometió que regularía el abastecimiento, el resultado ha sido una amenaza de saqueo diaria según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
El “hijo de Chávez” no se ha olvidado de la inseguridad ni de la impunidad en sus promesas. En junio dijo que habría justicia para las “víctimas de la guarimba”. Las muertes del año pasado durante las protestas antigubernamentales no se han resuelto en ninguno de los dos bandos. En casos como el asesinato del joven Bassil Da Costa los responsables están plenamente identificados y aún no han sido juzgados. Lo mismo ha sucedido con las fallecidas Génesis Carmona, reina de belleza, la estudiante Geraldin Moreno y varios que manifestaron contra el régimen.
Asimismo, Maduro ha prometido bajar la tasa desempleo. Hace pocos días aseguró que había bajado hasta el 6,7% y que “gracias a las misiones socialistas, a los planes alimentarios y de empleo, la pobreza bajó de 5% por primera vez en los últimos 30 años”, según reseñó El Nacional.
Este cúmulo de promesas incumplidas, más la larga lista en su periodo de Gobierno, ha golpeado con fuerza la confianza en la gestión del presidente Maduro, que ha llevado al “chavismo” a identificarse como fuerza política solo entre 20% de la población, su índice más bajo desde 1998 y en el marco de unas elecciones parlamentarias que serían decisivas para resolver la crisis en Venezuela.
Con información de El Venezolano News.