Desde 1998 el chavismo tomó el poder de Venezuela, con la promesa de una Venezuela moderna, brillante, segura, educada y revolucionada; una tierra con igualdad de oportunidades, donde los ciudadanos serían felices y con pocas preocupaciones.
Hoy, en el 2015 el venezolano vive estresado ¡Sí! Por la inflación, por la escasez, la tangible división del país, de la alta corrupción entre los chavistas que trabajan por y para la “revolución” así como la delincuencia mejor organizada y armada que los cuerpos policiales. El venezolano se siente cansado y desgastado, mientras que los arrimados y enchufados al gobierno viven en un país de maravillas y lujos.
El ex-ministro y ahora diputado para la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Ricardo Molina fue entrevistado por Globovisión. La periodista le pregunta cómo haría el candidato para ganar el voto de personas de oposición o que están indefinidos y aquí su impresionante respuesta.
El candidato responde que el opositor tiene condiciones específicas que describió, al parecer sin notar que son muy similares a lo que se observa de los enchufados al gobierno:
- Si se para a las nueve de la mañana y le llevan el desayuno a la cama
- Sus hijos estudian en el exterior
- A usted no le preocupa el salario porque tiene mucha plata producto de la explotación de otro
- Si usted viaja al exterior varias veces al exterior
- Individualista, egoísta y no es solidario.
Eso, según el diputado, son las características que describen a una persona de oposición. «Alguien de clase alta, pudiente y con plata pa’ tirar pa’l techo»; curiosamente suena más al estilo de vida que tienen personajes del gobierno que ni hacen colas para la comida, no ganan Bs. 7.421 al mes y tienen escoltas armados que le ayudan a respirar con calma cuando anda por la capital.
Pero no termina allí, pues el candidato agrega que una persona que se levanta en la madrugada y se hace su propio desayuno, lleva los hijos a las escuelas bolivarianas con “canaimitas” bajo el brazo, ir a un CDI cuando se siente mal, hace mercado en Misión Alimentación, alguien en la familia con pensión, se ha operado un conocido en Misión Milagro, se mueve en un transporte público de calidad; no tiene derecho ni razón para ser opositor, aunque puede estar profundamente confundido y afectado por el bombardeo mediático que le hacen negar la realidad.
“Revisemos nosotros cual es la condición de vida del venezolano hoy y vamos a ver que con todos los problemas que tenemos es profundamente mejor que hace 16 años y eso no es gracias a otra cosa que la revolución bolivariana», así termina Ricardo Molina.
Entonces el venezolano no tiene derecho, no sólo a querer vivir lujosamente como un enchufado, ¡No! tampoco debería pensar en ser opositor solamente por beneficiarse de servicios y misiones que son para los ciudadanos en general y que son deberes y responsabilidades que todo gobierno ha de tener con el pueblo para el pueblo sin ver partidos políticos o estratos sociales.
Si bien la pregunta de la entrevistadora trataba de buscar la manera de ganar votos de opositores el candidato terminó por dar una explicación vaga y repetitiva de lo que es un “opositor” con una que otra punta entre líneas. Los chavistas no ven al opositor como un ciudadano más, así como no ven al resto de los ciudadanos como vidas que son afectadas por las nefastas políticas del gobierno bolivariano.