Los comerciantes caraqueños se han visto obligados a rebajar los precios de los productos perecederos por temor a que se descompongan como consecuencia de los apagones.
Así lo confirmó el equipo de Banca y Negocios en locales comerciales del centro de Caracas, donde observó que los vendedores intentan agotar el inventario porque no pudieron dar buena refrigeración a la mercancía.
Por ejemplo, el queso blanco pasó de costar 18.000 bolívares el kilogramo a 15.000 bolívares.
Además, los dueños de los establecimientos no se atreven a hacer pedidos importantes a sus proveedores porque temen que un nuevo apagón nacional afecte la mercancía, lo que no resulta rentable porque terminan liquidando los productos e incluso regalándolos.
Por otro lado, algunos consumidores hacen colas en los negocios que aplican las rebajas.
Redacción Maduradas con información de Banca y Negocios.
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