Un duelo entre los capos más despiadados de todos los tiempos, Pablo Emilio Escobar Gaviria y Joaquín “El Chapo” Guzmán, esta vez, para desglosar las riquezas de ambos y conocer cuál de ellos logró obtener mayores premios a través del narcotráfico.
Foto: Uruguay al Toque.
El Chapo llegó a ser considerado el enemigo público número uno de Estados Unidos, amasó una fortuna estimada de 1.153 millones de dólares a través de su red de narcotráfico vendiendo drogas a 40 países.
Siendo líder del Cartel de Sinaloa fue el responsable de entre 2.000 y 3.000 asesinatos, según su propia confesión.
Sin embargo, este prontuario parece no darle crédito como el mayor narcotraficante de la historia, y probablemente no logra superar a Pablo Escobar.
El Patrón colombiano, jefe del Cartel de Medellín, menos diversificado que el de Sinaloa, logró controlar el 80% de la cocaína que se vendía en Estados Unidos en la década de los 80’s.
Esto le permitió acumular la mayor fortuna del país, siendo la séptima del mundo, según la revista Forbes, que le calculan unos 25.000 millones de dólares.
Además, Escobar suma unos 10.000 asesinatos, entre ellos 2 ministros, 4 candidatos presidenciales, 11 jueces de la Corte Suprema, varios jefes policiales y el director de El Espectador (diario más importante de Colombia), Guillermo Cano. Su guerra fue en contra del Estado, mientras que El Chapo se enfrentó contra carteles enemigos.
Ejecutó numerosos atentados, derribó un avión civil de Avianca (con saldo de 110 personas fallecidas) y otros hechos violentos.
Foto> Infobae.
«El Cartel de Sinaloa tiene cuatro grandes dirigentes que se distribuyen el país en cuatro regiones: ‘El Chapo’ Guzmán, ‘El Mayo’ Ismael Zambada García, ‘El Azul’ Juan José Esparragoza Moreno, y los hermanos Beltrán Leyva. Lo mismo ocurría en el Cartel de Medellín con Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder y los hermanos Ochoa, que se distribuían las regiones, los mercados y los centros de producción«, explicó a Infobae, Carlos Medina Gallego, doctor en Historia por la Universidad Nacional de Colombia.
«Se respetan en términos de las jerarquías, pero tienen sus tensiones, porque son distintos grupos de traficantes que se confederan con el propósito de tener mayores beneficios de mercado», agregó.
En ambos casos mantenían lógicas similares: el uso del poder de fuego para imponerse a otras bandas criminales y del dinero para infiltrar los organismos de seguridad locales, para lograr su objetivo de controlar el negocio de la droga.
El Chapo se enfrentó contra el Cartel de Tijuana, y Escobar, contra el Cartel de Cali.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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