El entrenador deportivo Adolfo Álvarez viajaba a un partido de béisbol con un grupo de niños y sus padres hacia la ciudad de Maracaibo, en el noroeste de Venezuela, cuando el motor del autobús se incendió repentinamente.
Reuters
El fuego fue causado por una fuga de combustible, según los bomberos, quienes dijeron que esto se ha convertido en una escena cada vez más común en Venezuela debido al aumento en el costo del mantenimiento de los automóviles, camiones y autobuses luego de años de crisis económica.
En lo que va de 2022, alrededor de 595 vehículos se han incendiado en Venezuela, de acuerdo con estimaciones de los bomberos. En 2021 hubo 590 casos, según registros de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos.
No ha habido muertos por estos incendios, dijo el exvicepresidente de Protección Civil y Bomberos del central estado Carabobo, Jacobo Vidarte. Pero muchos de los incidentes han dejado heridos.
«Yo tuve un golpe en el brazo, pero estoy bien. Los niños afortunadamente no presentaron lesiones, nos llevaron al hospital, pero estamos bien y en casa», señaló el entrenador.
Las causas de los incendios se deben a varios factores, desde la dificultad de muchos para reemplazar repuestos por los altos costos, los retrasos en los mantenimientos de los autos, el uso de piezas no aptas y la manipulación excesiva de los sistemas de combustibles o de inyección por parte de los conductores debido a la escasez de gasolina.
«Hay muchos vehículos con desperfectos de mantenimiento», dijo Luis Mancilla, jefe del cuerpo de bomberos del municipio Santa Rita, que participó en el operativo de rescate en el autobús con niños.
«Al empezar a moverse generan este tipo de accidentes. Hasta ahora no hemos tenido fallecidos, solo daños materiales«, agregó al estimar que en la región vio un aumento del 200% en este tipo de accidentes en el último trimestre del año pasado.
Pese a las mejoras superficiales de la economía venezolana, iniciadas en 2019 con la flexibilización de las regulaciones, el país sigue marcado por las desigualdades salarias extremas, que limitan el acceso a ciertos bienes.
Por la baja producción, el parque automotor venezolano se ha envejecido, y la mayoría de los automóviles que están circulando ya cumplieron su vida útil que es de 10 a 18 años, apuntó Gino Fileri, presidente de la Cámara Nacional de Talleres Mecánicos.
«La situación económica del país está llevando a cualquier persona a meterse por Google y ver cómo saco los inyectores (del sistema de combustible), los monto, pero no tiene la cultura, ni la experiencia, ni está preparado, ni capacitado», dijo Fileri.
En Venezuela, el ensamblaje de vehículos es mínimo, debido a que empresas, como las estadounidenses General Motors o Ford, abandonaron sus operaciones por los años del modelo estatal de controles, y en medio de la dolarización de facto, algunos concesionarios ahora exhiben en gran medida automóviles importados cuyos precios son elevados.
En varias ciudades del país han surgido talleres callejeros que improvisan las instalaciones de piezas, según bomberos y portavoces gremiales, quienes agregaron que muchos buscan esos servicios sin experiencia. Al tiempo que usuarios compran, por ejemplo, piezas que venden en ferreterías que no son adecuadas para autos porque no pueden pagar partes originales.
Reparar un auto con daño parcial del motor podría alcanzar unos 2.500 dólares, dijo Jacobo Vidarte. Un monto que no todos pueden costear en un país donde el salario mínimo ronda los 30 dólares.
«Lamentablemente estamos viviendo una economía en la que la gente está buscando lo más económico y lo más económico no es bueno, hay que buscar el equilibrio», dijo el vicepresidente de la cámara de talleres, Angelo Sangregorio.
Reuters
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