La dictadura de Nicolás Maduro ha sometido a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Eso es una realidad. Desde el 1 de abril, está prohibido que sus funcionarios opinen en público sobre asuntos políticos, pero sí están obligados a jurar lealtad a Hugo Chávez, “el comandante eterno y supremo”.
Foto: Prensa presidencial.
Aunque estas órdenes están previstas en el radiograma GNB-Conas-J-S No. 0991, no dejan de violar el artículo 328 de la Constitución Nacional, que demanda una Fuerza Armada Nacional sin militancia política.
Básicamente, según una nota de Hernán Lugo publicada en El Nacional, la GNB debe dar “un estricto cumplimiento” a cinco reglas:
- Abstenerse a emitir opiniones políticas en cualquier lado.
- Evitar el reenvío de mensajes, imágenes o vídeos políticos, salvo que se refieran a la “revolución bolivariana” o a Chávez.
- Evitar la circulación de comisiones en protestas opositoras y no caer en provocaciones.
- Tomar todas las medidas de seguridad con militares que prestan servicio de prevención o puerta.
- Extremar todas las medidas de seguridad en el parque de armas de la unidad
Redacción Maduradas, con información de El Nacional
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